Jasmine Paolini, la joven tenista italiana que ha conquistado el título de los Internazionali d'Italia 2025, es mucho más que una campeona. Su victoria en Roma, donde derrotó a la número tres del mundo, Coco Gauff, es un hito deportivo que eclipsa una historia de perseverancia, autodescubrimiento y un firme compromiso contra los desafíos que enfrentan las mujeres en el mundo del deporte. El artículo de Vanity Fair Italia ofrece una visión íntima de la vida de Paolini, revelando las batallas personales que ha librado para alcanzar la cima del tenis. Las críticas, especialmente en sus inicios, dejaron una profunda huella: comentarios sobre su estatura, cuestionando su capacidad para competir al más alto nivel. "Purtroppo le critiche ti restano impresse più delle conquiste", confiesa Paolini, reconociendo el impacto duradero de los juicios negativos. Este duro aprendizaje la llevó a buscar ayuda profesional, un paso que no fue fácil: "Non è stato facile telefonarle", dice al referirse a su decisión de comenzar terapia con una psicóloga para trabajar en su autoestima. Su experiencia la ha convertido en una ferviente defensora de la salud mental en el deporte. Se ha convertido en embajadora del programa Body Confident Sport de Dove, una iniciativa que busca promover la autoestima entre las jóvenes deportistas y abordar la preocupante estadística de que una de cada dos chicas abandona el deporte entre los 13 y los 17 años debido a problemas con su imagen corporal. Paolini destaca la importancia del rol de los entrenadores en la creación de un entorno seguro y positivo que fomente la confianza en sí mismas. El artículo también aborda el tema del gender gap en el tenis. Si bien reconoce los avances en la igualdad de premios en varios torneos, Paolini destaca que el tenis masculino aún desempeña un papel clave en impulsar el progreso. La paridad, aunque presente en ciertos aspectos, aún no es total, y las mujeres siguen enfrentando juicios y comentarios sobre su apariencia que a menudo eclipsan sus logros deportivos. El revuelo generado por un titular de la Gazzetta dello Sport que destacaba su belleza en Wimbledon, antes que sus habilidades deportivas, es un claro ejemplo de este problema. Más allá de los triunfos y las dificultades, la historia de Jasmine Paolini es un relato de pasión, dedicación y autosuperación. Desde sus inicios a los cinco años y medio en el club de su pueblo, hasta su ascenso a la élite del tenis mundial, Paolini ha recorrido un largo camino. El apoyo incondicional de su familia, la búsqueda de un equilibrio entre la alta competencia y la vida personal, y la capacidad de aprender de las derrotas, han sido claves en su éxito. Su perspectiva, marcada por la serenidad y la búsqueda del disfrute en el juego, la convierten en un modelo a seguir para las nuevas generaciones de tenistas.