La Curva Nord del Inter de Milán anuncia protestas contra la “vergonzosa” gestión de entradas para la final de la Champions League contra el PSG. Acusan al club de priorizar a patrocinadores y agencias de viajes sobre sus aficionados más leales.
La ira de los ultras del Inter de Milán está desatada. La Curva Nord, grupo de aficionados más fiel y reconocido del club, ha anunciado una protesta en la sede del Inter este lunes a las 18:00 CET, en respuesta a lo que consideran una gestión “vergonzosa” de las entradas para la final de la Champions League contra el PSG en Múnich.
Según las declaraciones de la Curva Nord, publicadas a través de varios medios y redes sociales, el sistema de distribución de entradas, supuestamente basado en la fidelidad de los aficionados, ha fallado estrepitosamente. Acusan al club de haber priorizado la asignación de localidades a patrocinadores y agencias de viajes, dejando a los ultras, la columna vertebral de la afición interista, con una cantidad irrisoria de entradas.
La falta de entradas no es el único motivo de la protesta. La Curva Nord también denuncia la imposibilidad de desplegar sus habituales y espectaculares coreografías en el estadio de Múnich durante la final. Esta prohibición, según los ultras, exacerba aún más la sensación de falta de consideración y respeto por parte del club hacia sus seguidores más leales.
La situación es particularmente crítica para la Curva Nord, quienes han apoyado incondicionalmente al Inter durante años, incluso en momentos difíciles. La exclusión de este grupo de aficionados en un partido tan crucial como la final de la Champions League, un evento que marca el clímax de una temporada llena de éxitos, es percibida como una falta de gratitud y un insulto por parte de los ultras.
La protesta de este lunes en la sede del club promete ser multitudinaria y contundente. Los ultras del Inter exigen una explicación detallada sobre la gestión de las entradas y reclaman una mayor transparencia en la relación entre el club y sus aficionados. La presión aumenta sobre la directiva del Inter, que se enfrenta a la ira de un grupo de seguidores que históricamente ha sido fundamental para crear el vibrante y apasionado ambiente que caracteriza al equipo.
La situación ha generado un debate intenso entre los aficionados del Inter, muchos de los cuales respaldan las acciones de la Curva Nord y denuncian la falta de consideración por parte del club hacia sus seguidores más comprometidos. Se espera que esta polémica tenga consecuencias a largo plazo en la relación entre la directiva y la hinchada interista.