El entrenador del Celta de Vigo, Claudio Giráldez, se muestra inflexible en su objetivo: ganar a Getafe y asegurar la clasificación europea. Analizamos su estrategia y las claves del crucial partido.
El Celta de Vigo se enfrenta a un partido decisivo contra el Getafe en el Coliseum Alfonso Pérez. Claudio Giráldez, entrenador del conjunto gallego, ha dejado clara su postura en rueda de prensa: la única opción es la victoria. No hay margen para la especulación, ni para mirar los resultados de otros equipos. El objetivo es claro: conseguir los tres puntos y asegurar la clasificación para la Europa League.
Giráldez considera el encuentro como una 'final', reconociendo la importancia del triunfo para alcanzar su objetivo sin depender de resultados externos. Ha destacado la excelente temporada del Celta, a la cual califica con un sobresaliente, pero busca culminarla con una 'matrícula de honor'. Para ello, el equipo se centrará en su propio juego, manteniendo su identidad y buscando acercarse a su mejor nivel.
El entrenador gallego agradeció al Getafe por facilitar el acceso a entradas para la afición celeste, esperando que el apoyo de los aficionados les haga sentir como en casa. También ha hecho hincapié en la estabilidad del equipo lejos de Balaídos, recordando que solo han perdido tres partidos fuera de casa en la segunda vuelta: contra el Valencia, en el Santiago Bernabéu y frente al Barcelona. Considera que el Celta tiene argumentos suficientes para ganar el partido.
Giráldez no subestima al rival. Es consciente de que el Getafe, por su situación en la tabla y el nivel individual de sus jugadores, no se presentará relajado al partido. Describe al Getafe como un rival complejo, difícil de superar y al que será necesario enfrentarse a un nivel muy alto para crear ocasiones de gol. El entrenador ha confirmado que se centrará exclusivamente en el partido del Celta, sin prestar atención a los otros encuentros que podrían influir en la clasificación.
En resumen, la estrategia de Giráldez para el partido contra el Getafe se basa en la concentración total en el propio juego, en aprovechar la buena forma del equipo lejos de casa y en la firme determinación de conseguir la victoria. Su mensaje es claro: el Celta va a Getafe a ganar, sin mirar más allá de su propio desempeño. El resultado, determinará si el sobresaliente de la temporada se convierte en una matrícula de honor.