El tenis mundial está en vilo. Novak Djokovic, una leyenda viviente del deporte blanco, se encuentra a tan solo un paso de una hazaña sin precedentes: conquistar su título número 100 en el ATP 250 de Ginebra. Tras un comienzo de temporada con altibajos, el serbio ha demostrado una vez más su garra y determinación, superando obstáculos en su camino hacia la final. Su victoria en semifinales contra Cameron Norrie fue un emocionante encuentro de 2 horas y 14 minutos, con un marcador final de 6-4, 6-7 (6), 6-1. A pesar de la resistencia del británico, que eliminó a dos fuertes oponentes en rondas anteriores, Djokovic demostró su superioridad con una exhibición magistral, registrando 34 tiros ganadores y apenas nueve errores no forzados. El partido estuvo marcado por la tensión, con Djokovic incluso mostrando frustración en algunos momentos, pero su experiencia y talento le permitieron superar las dificultades. El camino a la final no fue fácil. Djokovic, de 38 años, superó una racha negativa inusual para un jugador de su calibre, que incluyó derrotas tempranas en Montecarlo y Madrid. En Ginebra, recuperó su ritmo y confianza, venciendo sucesivamente a Marton Fucsovics, Matteo Arnaldi (quien le derrotó en Madrid) y finalmente a Norrie. Su desempeño en Ginebra supera al del año anterior, donde cayó en semifinales. Ahora, el último obstáculo en su camino al título número 100 es el polaco Hubert Hurkacz. El historial entre ambos favorece ampliamente a Djokovic, quien ha ganado los siete encuentros previos. A pesar de la estadística, Hurkacz representa un reto importante, y la final promete ser un encuentro apasionante. El encuentro se disputará el sábado a las 10:00 (hora local). Este posible triunfo no sólo representaría un hito histórico en la carrera de Djokovic, sino que también le daría un impulso anímico significativo antes del inicio de Roland Garros, el próximo Grand Slam, donde buscará añadir otro título a su ya legendaria lista de logros. El mundo del tenis aguarda con expectación este partido decisivo, donde el serbio buscará inscribir su nombre para siempre en la historia del deporte.