El veterano portero español Pepe Reina, de 43 años, ha colgado los guantes tras una trayectoria excepcional que lo llevó a conquistar el mundo con la Selección Española en 2010. Su último partido, con el Como frente al Inter de Milán, fue un canto de cisne agridulce. Reina, capitán del Como, fue expulsado en el minuto 45 por derribar a Taremi en un mano a mano, una decisión que inicialmente no fue tomada por el árbitro, pero que fue corregida por el VAR. A pesar de la roja, la despedida de Reina fue emotiva. El estadio Giuseppe Sinaglia le brindó una ovación cerrada, un gesto de reconocimiento a una carrera repleta de éxitos y momentos inolvidables. Sus compañeros, incluyendo su entrenador Cesc Fábregas (quien lo llevó al Como para su partido de despedida), rivales como Sommer y Taremi, y hasta su propia familia (su hija Sira, la menor de sus cinco hijos, acompañó a su padre a la cancha antes del partido, y Luca y Thiago oficiaron de recogepelotas), se acercaron a consolarle y a despedirse del ídolo. Reina, que jugó 11 partidos esta Serie A y tuvo una larga y exitosa carrera por clubes como el Barcelona, Liverpool, Milan y Bayern Munich, no se despidió con un título de liga en su palmarés. Irónicamente, su último partido pudo haber contribuido a darle el título de liga a uno de sus antiguos equipos: el Napoli. Reina vistió la camiseta del club napolitano durante cuatro temporadas, entre 2013 y 2018, con mucho éxito. Aunque la expulsión empañó el final de su carrera en el campo de juego, la ovación del público y el cariño de sus compañeros y rivales demuestran la magnitud de su legado en el fútbol. Pepe Reina se retira con la satisfacción de una trayectoria ejemplar y llena de logros, preparándose ahora para comenzar su nueva etapa como entrenador. Ya ha anunciado que dirigirá un primer equipo la próxima temporada, aunque no ha revelado el club por temas legales. Bromeando con su futuro, Reina ha dicho que 'sus equipos jugarán como los de Flick'.