El vóley argentino vibró con una hazaña inolvidable. Agustín Loser, central mendocino del Sir Sicoma Monini Perugia, se coronó campeón de la Champions League, el torneo de clubes más prestigioso de Europa, dejando una huella imborrable en la historia del deporte nacional.
En una final apasionante contra el Aluron CMC Warta Zawierce de Polonia, el Perugia se impuso por 3-2 (25/22, 25/22, 20/25, 22/25, 15/10) en un partido que puso a prueba la resistencia física y mental de ambos equipos. En este contexto, Loser se erigió como una figura clave, destacándose como el máximo bloqueador del encuentro con cinco bloqueos directos, y contribuyendo con 11 puntos decisivos a la victoria.
Su rendimiento a lo largo de toda la Champions League fue excepcional. Con 20 bloqueos sin retorno en 8 partidos, se posicionó como el séptimo mejor bloqueador del torneo, demostrando su potencia y precisión en la red. Su impacto no se limitó a la defensa; también fue el quinto central con más puntos anotados en la Liga Italiana, un logro que resalta aún más su excelencia en un torneo tan competitivo.
Pero la consagración de Loser no es un hecho aislado. Su trayectoria es un ejemplo de perseverancia y talento. Desde sus inicios en General Alvear, su ascenso ha sido meteórico. Su participación en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, donde fue elegido el mejor central del torneo, marcó un antes y un después en su carrera. Ahora, con la Champions League bajo su brazo, se consolida como una de las máximas figuras del voleibol europeo y como el mejor jugador de vóley de Mendoza de todos los tiempos.
La presencia argentina en la final no se limitó a Loser. Sebastián Solé, central rosarino compañero de Loser en el Perugia y en el equipo olímpico de Tokio 2020, también aportó desde el banco con cinco puntos, sumando su primer título de Champions League a un palmarés que ya incluía dos Ligas Italianas y dos Mundiales de Clubes. Ambos compartieron la alegría del triunfo, sellando así un nuevo capítulo en su historia conjunta.
El equipo técnico también contó con la valiosa contribución argentina de Sebastián Carotti, preparador físico, quien junto al entrenador Angelo Lorenzetti y el cubano Jesús Herrera, completaron el equipo campeón. Este triunfo representa un éxito colectivo que trasciende las fronteras nacionales, proyectando la potencia del vóley argentino en el escenario internacional.
La victoria del Perugia es un hito para el voleibol mendocino, ya que Agustín Loser se convierte en el primer jugador de la provincia en conquistar la Champions League, un logro que lo posiciona como un referente indiscutido no solo del deporte mendocino, sino también del vóley nacional. Su historia, llena de esfuerzo, talento y dedicación, inspira a nuevas generaciones de jugadores a perseguir sus sueños con la misma pasión y perseverancia.