La mirada íntima del obispo argentino amigo de León XIV sobre cómo Francisco ‘lo descubrió’

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El obispo auxiliar de La Plata, Alberto Bochatey, amigo cercano de León XIV desde hace más de 30 años, revela detalles exclusivos sobre la relación del Sumo Pontífice con su predecesor, Francisco, y cómo Bergoglio reconoció el potencial de Prevost.

El nombramiento de Robert Prevost como León XIV ha generado gran interés mundial. Pero pocos conocen la historia íntima de la amistad entre el nuevo Papa y el obispo auxiliar de La Plata, Alberto Bochatey, una amistad forjada en Roma hace más de tres décadas que arroja luz sobre la elección papal. En una entrevista exclusiva con LA NACION, Bochatey, agustino como Prevost, desvela los pormenores de su larga relación, revelando detalles cruciales sobre cómo Francisco, antes de su papado, percibió el potencial del ahora León XIV. Ambos coincidieron en Roma en el Agustinianum, estudiando en diferentes universidades. Bochatey recuerda a Prevost como un estudiante brillante, un buen compañero, un buen deportista y un gran amigo, alguien que siempre se destacó por su inteligencia y capacidad. Incluso, durante el segundo mandato de Prevost como superior general de los agustinos, Bochatey fue llamado a Roma para desempeñar un cargo importante dentro de la orden. La relación entre ambos se fortaleció aún más cuando Bochatey fue designado obispo por Benedicto XVI en 2012. Prevost viajó a Argentina para acompañarlo en su ordenación episcopal, un evento que tuvo lugar justo antes del cónclave que eligió a Jorge Bergoglio. Curiosamente, ya existía una relación, a veces conflictiva, entre Prevost y Bergoglio. Si bien hubo discrepancias entre ellos durante el tiempo que Prevost fue superior de los agustinos, Bergoglio ya había fijado su atención en el agustino misionero en Perú. Bochatey confirma que, a pesar de las diferencias, Bergoglio reconoció en Prevost una personalidad excepcional. El testimonio de Bochatey confirma la visión de Francisco sobre Prevost, destacando su nombramiento como obispo en Perú, su posterior cargo como vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana, y su nombramiento en el Dicasterio para los Obispos, culminando con su ascenso a cardenal y cardenal-obispo. Para Bochatey, fue una clara señal de que Francisco había ‘descubierto’ las capacidades de Prevost. La entrevista continúa con la emotiva descripción de Bochatey sobre el momento en que se anunció la elección de León XIV. El obispo admite su sorpresa por la elección, considerando que Prevost, a pesar de sus cualidades, estaba fuera de las redes de poder tradicionales del Vaticano. Sin embargo, la amplia experiencia global de Prevost como superior general de los agustinos, su conocimiento profundo del mundo y su capacidad de diálogo interreligioso fueron factores cruciales en su eventual elección. Bochatey reflexiona sobre las expectativas sobre el pontificado de León XIV, sugiriendo que el nuevo Papa continuará con las directrices de Francisco, pero añadiendo su propio estilo y enfoque. Él cree que León XIV, por su experiencia de vida, ya había vivido y encarnado muchos de los ideales promovidos por Francisco, como la Iglesia en salida, el protagonismo de los pobres y la sinodalidad. Bochatey considera que el gran desafío para la Iglesia será la integración y profundización de las iniciativas de Francisco, así como la aceptación de León XIV como una figura propia y no como un simple sucesor que imita a su predecesor. Finalmente, Bochatey destaca la formación intelectual de Prevost, sus habilidades teológicas y su visión global, augurando un pontificado que profundizará en temas importantes como la paz y la inteligencia artificial, todo ello con un enfoque sereno y un estilo personal propio que no implica un retroceso en las reformas eclesiásticas.
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