El club de Boedo está en llamas. La licencia de Moretti y las acusaciones de Lopardo desataron una guerra dirigencial que pone en riesgo el futuro deportivo de San Lorenzo. Jugadores sin cobrar, entrenamientos suspendidos y un clima de total incertidumbre.
La interna en San Lorenzo explotó y las consecuencias se sienten dentro y fuera de la cancha. Julio Lopardo, presidente interino tras la licencia de Marcelo Moretti, lanzó duras críticas contra su antecesor, acusándolo de ser el responsable del “despelote” que vive el club. "Si Moretti tiene soluciones, que venga y arregle este despelote que hizo", declaró Lopardo en una entrevista televisiva, revelando una profunda grieta dirigencial que amenaza con desestabilizar al Ciclón.
La crisis no es nueva. Antes del escándalo que involucró a Moretti y una denuncia por corrupción, ya existían tres directivos oficialistas que se habían distanciado, mostrando una fractura interna latente. Con la licencia de Moretti y las renuncias posteriores del vicepresidente primero, Néstor Navarro, y la secretaria de actas, Daniela Méndez Righi, la situación se agravó, dejando a la institución dividida en dos bandos claramente definidos: los que apoyan a Moretti y los que exigen su renuncia.
Desde el entorno del presidente en licencia, se observa con desconfianza a quienes antes formaban parte de su grupo, culpándolos de la situación actual. Mientras tanto, los opositores insisten en que Moretti debe dar un paso al costado, considerando irreversible su situación. Lopardo, por su parte, afirmó que mantiene un "doble comando" con Moretti, quien, según aseguran, sigue participando en las decisiones del club a pesar de su licencia. Las redes sociales se han convertido en un campo de batalla, con operadores de ambos bandos difundiendo información y tratando de influir en la opinión pública. La oposición aboga por renuncias masivas y elecciones anticipadas para resolver la crisis.
El impacto en el equipo es innegable. Los jugadores, con salarios e incentivos impagos, decidieron suspender los entrenamientos durante varios días, generando una preocupación adicional a días de un partido clave por los cuartos de final del Apertura contra Argentinos Juniors. En el vestuario se respira un clima de "nosotros contra todos", reflejando la tensión y la incertidumbre que dominan al club.
En medio del caos, Moretti publicó un mensaje en sus redes sociales, donde afirma que "El tiempo pone cada cosa y a cada persona en su lugar. Siempre con Dios como testigo de la verdad", intentando reafirmar su inocencia ante las acusaciones. La situación es crítica y el futuro de San Lorenzo pende de un hilo mientras la guerra dirigencial continúa. El club necesita con urgencia un líder que pueda restaurar la calma y la unidad para superar esta grave crisis institucional y deportiva.