Israel anuncia el ingreso de una cantidad básica de alimentos a Gaza tras un bloqueo de 10 semanas que ha generado una grave crisis humanitaria. Analizamos la situación actual, las consecuencias del conflicto y las negociaciones para un alto el fuego.
La situación en Gaza se ha agravado considerablemente en las últimas diez semanas debido a un bloqueo impuesto por Israel que ha impedido la entrada de alimentos, combustible y medicinas. Este bloqueo, implementado tras los ataques de Hamas del 7 de octubre de 2023, ha generado una crisis humanitaria de proporciones alarmantes, con informes de niños desnutridos y la amenaza inminente de una hambruna para sus 2.1 millones de habitantes.
El anuncio de Israel de permitir la entrada de una "cantidad básica de alimentos" ha sido recibido con cautela por la comunidad internacional. Mientras que el gobierno israelí afirma que esta medida busca prevenir una crisis de hambruna y que no pone en riesgo su ofensiva militar, "Operación Carro de Gideón", organizaciones humanitarias y países como Francia han expresado su preocupación por la insuficiencia de la medida y han pedido la reapertura inmediata e irrestricta del acceso a la ayuda humanitaria. La condición impuesta por Israel de controlar la distribución de la ayuda para evitar que Hamas la controle genera más dudas sobre la eficacia real de esta medida.
La situación se complica aún más por la intensificación de los combates. Israel ha lanzado una ofensiva terrestre en Gaza, acompañada de intensos bombardeos aéreos que han afectado hospitales y campamentos de desplazados. Los informes de ataques a hospitales, incluyendo el bombardeo de al menos tres hospitales, uno de ellos el Hospital Indonesio en Beit Lahia, han generado indignación internacional y cuestionamientos sobre el respeto al derecho internacional humanitario. Médicos y personal sanitario reportan la falta de advertencia previa a los ataques y la imposibilidad de evacuar a pacientes en estado crítico, lo que agrava la situación sanitaria. La falta de acceso a instalaciones médicas funcionales complica aún más la atención médica de la población, ya diezmada por las consecuencias del conflicto.
Paralelamente, continúan las negociaciones entre Israel y Hamas en Doha, Qatar, para lograr un alto el fuego. Sin embargo, las discrepancias persisten. Israel exige la liberación de todos los rehenes, el exilio de los miembros de Hamas y el desarme de Gaza como condiciones para un alto el fuego, mientras que Hamas propone la liberación de todos los rehenes a cambio de la liberación de prisioneros palestinos, la retirada de Israel de Gaza y el libre acceso de ayuda humanitaria. Se rumorea sobre la posibilidad de un acuerdo parcial que implica la liberación de rehenes a cambio de una tregua temporal, pero hasta el momento no hay avances significativos que indiquen un final cercano al conflicto.
La comunidad internacional se encuentra dividida ante este conflicto. Mientras algunos países presionan a Israel para que levante el bloqueo y permita el acceso sin restricciones a la ayuda humanitaria, otros justifican las acciones de Israel como necesarias para combatir el terrorismo. La situación humanitaria en Gaza sigue deteriorándose, y el futuro inmediato parece incierto, con millones de personas en riesgo de inanición y bajo la amenaza de una violencia continua.