La Finalissima, el encuentro entre los campeones de América (Argentina) y Europa (España), está generando gran expectativa. Tras una reunión entre Claudio Tapia (AFA) y Rafael Louzán (RFEF) en el Congreso de la FIFA en Asunción, se ha avanzado en la definición de la fecha y el lugar del partido. Aunque aún no hay nada confirmado oficialmente, marzo de 2026, en una fecha FIFA ya establecida (entre el 23 y el 31 de marzo), aparece como la opción más viable. Esta fecha, sin embargo, presenta un desafío. Se encuentra en la cuenta regresiva para el Mundial de Estados Unidos, Canadá y México 2026, lo que podría generar inconvenientes para Lionel Scaloni y Luis de la Fuente, quienes deberán considerar las implicaciones en la preparación de sus equipos para la cita mundialista. La posibilidad de jugar en Sudamérica, tras la primera Finalissima jugada en Wembley, también se ha discutido, pero parece menos probable. Europa, o incluso Estados Unidos como opción alternativa (con inversión estadounidense), son las opciones más fuertes. ¿Por qué no antes? La agenda de ambas selecciones está apretada. Argentina tiene compromisos en octubre de 2024 con una gira por China, mientras que España está comprometida con la Final Four de la Liga de las Naciones y las Eliminatorias Europeas hasta noviembre. Este artículo analiza en detalle las negociaciones entre ambas federaciones, las opciones disponibles, y el impacto de la decisión en los planes de la Selección Argentina que, tras su clasificación al Mundial 2026, se prepara para enfrentar a Chile y Colombia en junio en las Eliminatorias Sudamericanas, y luego a Venezuela y Ecuador en septiembre. Se examinan los desafíos logísticos y las posibles consecuencias en la estrategia de Lionel Scaloni. Se analizan también las opciones alternativas de fecha y sede, considerando la importancia del evento y la necesidad de encontrar un equilibrio que satisfaga las necesidades de ambas federaciones y los calendarios internacionales.