En un barrio de Staten Island, con vistas al horizonte de Lower Manhattan, se encuentra Enoteca Maria, un restaurante de 35 asientos donde las chefs son abuelas de todo el mundo. Esta encantadora historia, ahora inmortalizada en la película de Netflix 'Nonnas', protagonizada por Vince Vaughn, Susan Sarandon, Talia Shire, Lorraine Bracco y Brenda Vaccaro, es mucho más que una simple comedia culinaria. Es un testimonio de la pasión, la familia y la preservación cultural. Jody Scaravella, el propietario, un nativo de Brooklyn, abrió Enoteca Maria tras una profunda pérdida familiar. Heredero de una fortuna, decidió iniciar una nueva vida en Staten Island y, en un giro del destino, encontró un local vacío y decidió abrir un restaurante en honor a su madre, Maria. Su idea fue simple pero revolucionaria: contratar abuelas para que cocinaran. Inspirado en su abuela Domenica, una cocinera casera con un carácter fuerte y una pasión implacable por la comida, Scaravella publicó un anuncio buscando abuelas de todo el mundo dispuestas a compartir sus recetas. La respuesta fue abrumadora. Enoteca Maria se convirtió en un crisol de culturas, con un menú rotativo que ofrecía cocina mexicana, uzbeka, griega y, por supuesto, italiana, todo en un solo fin de semana. Las abuelas, según Scaravella, “están utilizando lo que sus madres y abuelas les enseñaron, y cada vez que estas mujeres están en la cocina, se desprende toda esta cultura de sus dedos”. La película 'Nonnas' sigue la historia de las cocineras italianas que ayudaron a lanzar el restaurante. Aunque los personajes son ficticios, están inspirados en las coloridas mujeres de la vida de Scaravella. El filme presenta a Carmelina Pica, Adelina y Teresa, tres de las abuelas originales, cuyos personajes en la película son interpretados por actrices de renombre. Estas mujeres, cada una con su propia historia y personalidad única, trajeron consigo años de tradición culinaria y, a veces, incluso rivalidades amistosas en la cocina. Scaravella admite que hubo momentos de tensión entre las abuelas, especialmente cuando se trataba de determinar quién hacía el mejor plato. Adaptar a las grandmothers a las estrictas normas de higiene de un restaurante también fue un desafío, pero el resultado es un espacio que celebra la herencia culinaria global y fomenta un intercambio cultural único. La película muestra con precisión la pasión de Scaravella por la comida y la familia, y su empeño en preservar las recetas tradicionales. Aunque la tecnología juega un papel mínimo en Enoteca Maria (Scaravella rechaza las aplicaciones de reserva online y los servicios de entrega), su restaurante se ha convertido en un testimonio vivo de la riqueza y la diversidad de la cultura culinaria mundial, todo gracias a la participación de las abuelas y su invaluable conocimiento culinario.