El triunfo de River Plate por 6-2 ante Independiente del Valle en la Copa Libertadores quedó marcado no solo por la goleada, sino también por la notable actuación de algunos jugadores que ingresaron desde el banco. Entre ellos, Maximiliano Meza se destacó como un revulsivo clave que cambió el rumbo del partido en el segundo tiempo. Si bien el primer tiempo mostró un River con dificultades defensivas y un Independiente del Valle que planteó un partido intenso, el ingreso de Meza en la segunda mitad significó un punto de inflexión. Su entrada inyectó una energía y una voracidad ofensiva que el equipo necesitaba. Su juego dinámico, su capacidad de desequilibrio individual y su precisión en los pases rompieron la resistencia rival. Meza no solo se limitó a participar en el juego colectivo, sino que también dejó su sello personal con un gol que selló la victoria. Su tanto, el 4-2, fue el resultado de una excelente jugada individual que culminó con un disparo preciso y potente. Además de su gol, generó varias otras situaciones de peligro que contribuyeron al abultado marcador final. La asistencia a Borja en el quinto gol fue muestra de su visión de juego y solidaridad ofensiva. El análisis de su desempeño va más allá de las estadísticas. Su presencia en el campo de juego elevó el nivel de intensidad del equipo y motivó a sus compañeros. Meza supo aprovechar los espacios que dejó la defensa de Independiente del Valle, producto del desgaste físico y la desesperación tras la expulsión de un jugador. Su velocidad, capacidad de regate y su olfato goleador fueron armas letales para un River que, con el resultado favorable, incrementó su juego combinativo y logró una superioridad total en el segundo tiempo. La entrada de Meza, junto a la de otros suplentes como Enzo Pérez y Miguel Borja, evidencia la profundidad del plantel de River Plate y la confianza del entrenador en todos sus jugadores. La efectividad de los cambios demostró la buena gestión del cuerpo técnico, capaz de ajustar la estrategia según la necesidad del partido. En definitiva, Maximiliano Meza no solo marcó un gol, sino que también demostró ser un jugador capaz de cambiar el ritmo y el resultado de un partido. Su impacto en el juego de River Plate fue determinante para la contundente victoria contra Independiente del Valle, consolidando así la clasificación del Millonario a los octavos de final de la Copa Libertadores.