La tranquilidad en Racing Club se vio interrumpida por un inesperado cruce entre el entrenador Gustavo Costas y el presidente Diego Milito. El pedido público de refuerzos realizado por Costas tras la victoria contra Colo Colo en la Copa Libertadores desató la polémica y una respuesta pública por parte de Milito que, aunque diplomática, dejó entrever un claro malestar. Costas, en conferencia de prensa, manifestó la necesidad de incorporar "tres o cuatro jugadores" para afrontar con garantías los octavos de final de la Libertadores. Argumentó la falta de un plantel suficientemente numeroso para competir en varios frentes, destacando la alta intensidad de los partidos y la sobrecarga física de algunos jugadores clave como Maravilla Martínez, Sosa y Salas. Sus declaraciones fueron contundentes, dejando en claro su preocupación por la capacidad del equipo para llegar a la fase final de la competencia internacional. Sin embargo, la respuesta de Milito no se hizo esperar. Desde Paraguay, donde participaba en un congreso de la FIFA, el presidente de Racing minimizó el pedido de su entrenador. En declaraciones a la prensa, Milito afirmó que "Siempre hay que tener jugadores y creo que Racing los tiene. Tenemos un gran plantel. Gustavo sabe que hicimos un gran sacrificio para mantenerlo. Esperamos lo que viene con mucha ilusión de hacer una gran Copa Libertadores". Sus palabras, aunque no confrontativas directamente, dejaron clara su disconformidad con la forma y el momento elegidos por Costas para realizar su solicitud. Dentro de la dirigencia de Racing, el pedido de Costas no fue bien recibido. Se considera que no era el momento ni la forma adecuada para hacerlo, especialmente tras una victoria contundente que clasificó al club a octavos de final de la Libertadores. La opinión generalizada es que la petición pública podría desestabilizar al equipo y generar expectativas poco realistas. Milito, por otro lado, también aprovechó la ocasión para destacar los logros de la gestión hasta el momento, mencionando el triunfo en la Recopa y la clasificación anticipada a octavos de la Libertadores. Reconoció el tropiezo en el torneo local, pero recalcó la unidad y la fortaleza del equipo. Este episodio deja en evidencia una tensión latente entre el cuerpo técnico y la dirigencia de Racing. Si bien la respuesta de Milito fue públicamente comedida, la discrepancia en cuanto a la necesidad de refuerzos queda clara. La situación deberá ser resuelta internamente para evitar que afecte al rendimiento del equipo en las próximas instancias de la Copa Libertadores. El futuro dirá si el pedido de Costas fue una crítica constructiva o una señal de alerta sobre las verdaderas aspiraciones del equipo en la competición.