El Senado de Italia ha aprobado un controvertido decreto que restringe significativamente el acceso a la ciudadanía italiana para los descendientes de italianos nacidos en el extranjero. Esta medida, impulsada por el gobierno de Giorgia Meloni, ha generado una ola de reacciones, especialmente en países como Argentina y Brasil, que albergan grandes comunidades de descendientes de italianos. El decreto, que ahora pasará a la Cámara de Diputados para su aprobación final, introduce cambios sustanciales en el proceso de obtención de la ciudadanía italiana por derecho de sangre (ius sanguinis). **Cambios Clave en la Ley de Ciudadanía Italiana:** El decreto original buscaba limitar la transmisión de la ciudadanía a dos generaciones, es decir, hijos y nietos de italianos nacidos en Italia. Sin embargo, una enmienda clave aprobada por el Senado modificó este aspecto. Ahora, la ciudadanía solo se reconocerá a quienes tengan un ascendiente de primer o segundo grado (padre, madre, abuelo o abuela) que posea o haya poseído EXCLUSIVAMENTE la ciudadanía italiana al momento de su muerte. Esto excluye a aquellos con doble nacionalidad. Esta enmienda ha generado gran preocupación entre los solicitantes, ya que la condición de "exclusivamente ciudadanía italiana" complica significativamente el proceso. Muchos descendientes de italianos en el exterior podrían verse afectados, incluso aquellos que previamente cumplían los requisitos bajo la ley anterior. Otra modificación crucial es la eliminación del reconocimiento automático de la ciudadanía para quienes nacieron en el extranjero antes de la entrada en vigor del decreto. El gobierno argumenta que estas medidas buscan evitar abusos y garantizar un vínculo genuino con Italia, pero críticos las consideran restrictivas y discriminatorias. **Impacto en Argentina y Brasil:** Argentina y Brasil poseen las comunidades más grandes de descendientes de italianos fuera de Italia. Miles de personas en ambos países iniciaron trámites para obtener la ciudadanía italiana bajo la legislación anterior. El nuevo decreto genera incertidumbre sobre el futuro de estos procesos. Se estima que la nueva ley impactará significativamente en el número de solicitudes exitosas, generando un gran impacto en la vida de quienes esperaban obtener la ciudadanía. El gobierno italiano ha defendido el decreto argumentando que busca regular un proceso que se ha visto abrumado por un aumento exponencial de solicitudes en los últimos años. Señalan que la simplificación de los trámites en el pasado ha llevado a un aumento de casos donde el vínculo con Italia es meramente burocrático, careciendo de un componente cultural o identitario significativo. **Reacciones y Controversias:** La aprobación del decreto ha generado un amplio debate en Italia y en las comunidades de descendientes de italianos en el exterior. Mientras el gobierno defiende la necesidad de una reforma para controlar el proceso, grupos de activistas y organizaciones de italianos en el extranjero expresan su preocupación por las implicaciones de la nueva ley, argumentando que la misma es restrictiva, compleja y que limita injustificadamente el derecho a la ciudadanía. El futuro del decreto dependerá de la votación en la Cámara de Diputados. La aprobación final marcará un antes y un después en la política de concesión de la ciudadanía italiana, con consecuencias significativas para millones de personas en todo el mundo. **Conclusión:** La aprobación del decreto en el Senado italiano representa un cambio profundo en la política de ciudadanía italiana. Si bien el gobierno busca regular el proceso y evitar abusos, la nueva ley plantea serios desafíos para los descendientes de italianos en el exterior, particularmente en Argentina y Brasil. La incertidumbre sobre el futuro de las solicitudes pendientes y las complejidades de los nuevos requisitos, generan una gran preocupación entre aquellos que buscan obtener la ciudadanía italiana.