Marc López, actual entrenador de Jasmine Paolini, estuvo a punto de dejar el tenis en 2008. Una llamada de Rafael Nadal cambió su vida y su carrera para siempre. Descubre la inspiradora historia de superación de este tenista español.
El mundo del tenis profesional está lleno de historias de éxito y fracaso. Mientras los jugadores del Top 100 acumulan millones en premios, la realidad para aquellos fuera de esa élite es mucho más dura. La vida en la gira puede ser implacable, y muchos se plantean abandonar el sueño. Marc López, entrenador de la estrella de la WTA Jasmine Paolini, conoce bien esta lucha. Su punto más bajo se convirtió, gracias a una inesperada llamada de Rafael Nadal, en el trampolín hacia una segunda oportunidad.
Nacido en Barcelona en 1982, López debutó en la ATP en 2001. Como jugador individual, llegó a alcanzar el puesto 106 del ranking ATP en mayo de 2004, pero la consagración se le escapaba. El esfuerzo era constante, pero los resultados no acompañaban. En 2008, la situación se agravó: "Estaba rondando los puestos 180 y 200, y por primera vez consideré la posibilidad de dejarlo", confesó López en una reciente entrevista con el podcast Punto de Break. La falta de resultados se traducía en inestabilidad financiera, un problema común para muchos tenistas que no están en la cima.
Fue entonces cuando un amigo, Salva Vidal, le ofreció una oportunidad que cambiaría su vida para siempre: "Me dijo: 'oye, ya no voy a jugar con Rafael Nadal... Si quieres, puedo decirle y probablemente estará encantado de jugar contigo'. Y así empezó todo".
La invitación de Nadal para jugar en Doha fue un punto de inflexión. "Le dije que sí, porque las cosas no me iban muy bien", recuerda López. La dupla logró un triunfo inesperado: ganaron el torneo, derrotando a la pareja número uno del mundo, Daniel Nestor y Nenad Zimonjić. "Ese momento lo abrió todo, como si alguien viera una luz brillante", describe López. "Fue como una inyección de energía, y también de positividad financiera, no voy a mentir".
A finales de 2009, López tomó una decisión audaz: dejar el tenis individual. "Jugaba mejor en dobles y ganaba mejor vida". Esta decisión marcaría el resto de su carrera.
Su éxito en dobles fue notable. Se convirtió en un habitual en las finales de dobles ATP y levantó algunos de los trofeos más importantes del deporte, precisamente aquellos que como jugador individual se le habían resistido. Con Nadal, ganó Indian Wells dos veces (2010 y 2012). En 2012, junto a Marcel Granollers, se coronó campeón en las ATP Finals de Londres. Unos años después, junto a Feliciano López, conquistó Roland Garros en 2016. Ese mismo verano, la dupla López-Nadal obtuvo la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, un sueño hecho realidad para ambos.
López se enfrentó a las mejores parejas del mundo, alcanzó varias finales de Masters 1000, derrotó a los hermanos Bryan en varias ocasiones y participó en el último partido en el antiguo Louis Armstrong Stadium en 2016. Su último partido como jugador fue en 2024, regresando de su retiro para reunirse con Nadal en Brisbane, un final perfecto para una carrera revivida gracias a su asociación con el tenista español.
Después de retirarse de la competición, López se dedicó a entrenar. En 2021, se unió al equipo de Rafael Nadal, ayudándolo en los últimos años de su carrera. Actualmente, López se centra en entrenar a Jasmine Paolini, una joven promesa italiana con aspiraciones de llegar lejos en Roland Garros. "Por el momento, todo va bien", afirma Paolini en una entrevista con Punto de Break. La experiencia de López, un hombre que sabe mejor que nadie cómo un solo partido puede cambiar una vida, podría ser la clave para el éxito de Paolini. La historia de Marc López es un testimonio de perseverancia y la importancia de las oportunidades inesperadas. Su historia es una prueba de que, incluso en los momentos más difíciles, la esperanza y la ayuda de personas inesperadas pueden marcar la diferencia.