El ex-pareja se sentó uno frente al otro mientras veían el gran juego en Nueva York. Descubre todos los detalles del encuentro (o casi encuentro) y el desfile de estrellas en el Madison Square Garden.
Bad Bunny y Kendall Jenner: Casi se cruzan en un partido de los Knicks
Resulta que cuando eres un fanático suficientemente grande de los Knicks, un encuentro accidental con tu ex no te impedirá sentarte en primera fila en un gran partido.
A la noche, las estrellas acudieron en masa para apoyar al equipo de baloncesto de Nueva York en su enfrentamiento contra los Boston Celtics (ganando finalmente el partido de semifinales 121-113).
Allí, Bad Bunny y Kendall Jenner, los ex amantes, fueron vistos sentados cerca uno del otro en la primera fila. Jenner asistió al partido junto a Kylie Jenner y Timothée Chalamet, cuyo espíritu Knicks no ha sido ningún secreto en los últimos meses, ya que ha sido visto en numerosos juegos.
Kendall Jenner lució una camiseta blanca, pantalones de cuero negro y tacones negros con tiras. En cuanto a los accesorios, se sumó al espíritu deportivo con una gorra de los Knicks y una pulsera de cuentas con los colores del equipo.
Mientras tanto, Benito se vio al otro lado del trío, mostrando su propio orgullo por los Knicks con un gorro de campeonato negro de la victoria del título de la Conferencia Este del equipo en 1999. También se le vio mostrando su reciente colaboración de zapatos con Adidas.
Como los fanáticos recordarán, Jenner y Bunny asistieron a varios juegos de baloncesto juntos cuando eran pareja, y parece que su amor por el deporte no ha disminuido desde que se separaron. Anoche, sus ojos estaban fijos en la cancha.
Pero la noche no terminó ahí. La presencia de celebridades en el partido de los Knicks eclipsó incluso la Met Gala en términos de atención mediática. Kylie y Timothée hicieron una aparición pública en el juego, al igual que Cardi B y Offset. Las redes sociales explotaron con fotos y videos de las estrellas, incluyendo una reunión poco común entre Kylie Jenner y Jordyn Woods, y la aparición de Kendall Jenner y Bad Bunny, sentados a pocos metros de distancia. El evento se convirtió en una especie de espectáculo de celebridades, con reencuentros, parejas nuevas y momentos virales que generaron un gran revuelo en las plataformas digitales. El juego se convirtió en un evento cultural masivo en sí mismo, con las estrellas del deporte y el entretenimiento robándose mutuamente el protagonismo.
La coincidencia de Jenner y Bunny, en particular, ha generado un gran interés, recordando a los fans la historia de su relación y el interés compartido por el equipo de baloncesto. La proximidad entre ambos, aunque no se produjo ningún encuentro directo, generó especulación entre los medios y las redes sociales.
En resumen, el partido de los Knicks fue mucho más que un simple juego de baloncesto; se convirtió en un evento de alfombra roja no oficial, con celebridades generando momentos memorables y virales que eclipsaron el propio evento deportivo.