A solo cinco meses de su regreso, Gonzalo Castellani rescinde su contrato con Ferro tras un conflicto con el entrenador Alfredo Grelak. Descubre los detalles del escándalo que sacude al club de Caballito.
El mundo del fútbol argentino se conmocionó con la sorpresiva salida de Gonzalo Castellani de Ferro Carril Oeste. A tan solo cinco meses de su resonante regreso al club que lo vio nacer, el experimentado mediocampista rescindirá su contrato tras un conflicto con el director técnico, Alfredo Grelak. La noticia, que explotó como un bombazo en la Primera Nacional, generó un terremoto en Caballito.
El comunicado oficial de Ferro, lacónico pero contundente, anunció el inicio de negociaciones para la rescisión contractual con Castellani. Se menciona una "evaluación conjunta de la Mesa Directiva y la Subcomisión de Fútbol", respaldada por informes de la Dirección Deportiva. La decisión se enmarca en un plan para "optimizar el rendimiento del plantel profesional", según el comunicado, pero la verdadera razón trasciende en forma de fuertes rumores.
Fuentes cercanas al club revelan una profunda grieta entre Castellani y Grelak. Todo habría escalado tras la derrota 2-0 frente a San Miguel. Castellani, reemplazado a los 21 minutos del segundo tiempo, habría negado el saludo a su entrenador, gesto interpretado como una falta de respeto que detonó la crisis. Esta actitud, sumada a otros roces internos y discrepancias tácticas, sellaron el destino del ex jugador de Boca Juniors.
La situación es aún más impactante considerando el contexto. Castellani regresó a Ferro como un refuerzo estrella, generando gran expectativa entre los hinchas. Su trayectoria, incluyendo pasos por clubes como Villarreal, Boca Juniors, San Lorenzo, Atlético Nacional y Colo Colo, lo posicionaban como una pieza clave en la lucha por el ascenso. Sin embargo, el rendimiento del equipo no ha sido el esperado, y la tensión interna parece haber sido un factor determinante en su abrupta salida.
El hecho de que Castellani, quien incluso recibió una camiseta honorífica por sus 150 partidos con la institución, se vaya de esta manera genera un profundo malestar entre la afición. La pregunta que queda flotando en el aire es si la decisión de rescindir el contrato fue la mejor opción para Ferro, considerando la inversión realizada y la expectativa generada por el regreso de una figura tan emblemática. El futuro del equipo de Caballito, ahora sin su capitán y referente, se presenta incierto y cargado de interrogantes.
El incidente destaca la importancia de la cohesión dentro del equipo y la necesidad de una gestión deportiva eficaz para evitar situaciones similares en el futuro. Ferro tendrá que recomponerse rápidamente y buscar soluciones para revertir la situación en la Primera Nacional.