La comunidad se despide con profundo dolor de Cecilia Solá, una figura emblemática en la lucha por los derechos de las mujeres y la defensa de los derechos humanos en la provincia del Chaco y más allá. Su fallecimiento, ocurrido el martes 13 de mayo de 2025, deja un vacío irreparable en el activismo social y en el ámbito literario.
Solá, docente y escritora de nacimiento entrerriano, desarrolló una extensa carrera como profesora de inglés en escuelas secundarias de Resistencia. Sin embargo, su verdadera vocación trascendió las aulas, manifestándose en una incansable lucha por la justicia social y la igualdad de género. Su compromiso se plasmó no solo en su activismo, sino también en sus cuatro libros publicados: Diario de un Lobizón, Cartas para la Manada, Contracuentos: las historias que no nos contaron y Serpientes en el espejo.
En sus obras, Solá abordó con valentía y sensibilidad temas cruciales como la violencia machista, la desigualdad social y la opresión. Su pluma, afilada y comprometida, se convirtió en un arma poderosa para denunciar las injusticias y visibilizar las experiencias de las mujeres que sufren violencia. Más allá de sus libros, Solá compartía constantemente sus reflexiones y relatos a través de sus redes sociales y colaboraciones con medios de comunicación como Sudestada y otros medios locales.
Su labor como activista fue fundamental para muchas organizaciones sociales feministas. Cecilia Solá no solo fue una gran defensora de los derechos de las mujeres, sino también una implacable denunciante de la violencia institucional del Estado y de los casos de femicidio sin resolver en la provincia del Chaco. Su valentía al enfrentar sistemas de poder opresivos la convirtió en una inspiración para muchas activistas y un referente indiscutible en la lucha por la igualdad.
Su partida representa una pérdida inconmensurable para el movimiento feminista y para todas aquellas personas que lucharon junto a ella por un mundo más justo e igualitario. El legado de Cecilia Solá, sin embargo, permanece vivo en sus obras, en su activismo y en el corazón de quienes la conocieron y admiraron. Su lucha continúa, inspirando a nuevas generaciones a seguir trabajando por la erradicación de la violencia de género y la construcción de una sociedad más equitativa.
El recuerdo de Cecilia Solá perdurará como un faro de esperanza en la búsqueda incesante de justicia y equidad de género.