El Sindicato de Comercio, liderado por Armando Cavalieri, anunció que los trabajadores recibirán el aumento salarial acordado con las cámaras empresarias, a pesar de que el Gobierno se negó a homologar la paritaria. Entérate de los detalles de la polémica y las repercusiones.
El Sindicato de Comercio anunció que los empleados del sector recibirán el aumento salarial acordado del 5.4%, distribuido en tres tramos (1.9% en abril, 1.8% en mayo y 1.7% en junio), a pesar de que el Gobierno nacional se negó a homologar la paritaria. Esta decisión, tomada por la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS), representa un desafío directo al Ejecutivo, que argumentó dificultades en el orden público e interés general para justificar su negativa.
La FAECYS, liderada por Armando Cavalieri, aseguró que el pago se realizará gracias al compromiso de las cámaras empresarias (CAC, CAME y UDECA), quienes se comprometieron a abonar los incrementos durante la semana. Este acuerdo se basa en una cláusula específica del acta firmada, que garantiza la validez y aplicación del aumento incluso sin la homologación inmediata del Gobierno. La cláusula establece que los empleadores abonarán las sumas en la forma convenida con la mención “pago anticipado a cuenta del Acuerdo Colectivo Abril 2025”, para ser compensado una vez homologado el acuerdo.
El Gobierno, por su parte, argumentó que el aumento supera la pauta de mejoras salariales fijada por el Ministerio de Economía y que buscaba proteger el empleo de las pymes, evitando obligarlas a afrontar costos que no pueden asumir. Se había anunciado la convocatoria a una reunión para renegociar los términos del acuerdo, pero desde la FAECYS se afirmó que aún no han recibido invitación y que, de concretarse, tampoco asistirían.
La decisión de Cavalieri generó una fuerte polémica. Mientras el sindicato destaca la defensa del poder adquisitivo de los trabajadores y el cumplimiento del acuerdo con las cámaras empresarias, el Gobierno critica el incumplimiento de la pauta salarial oficial y las posibles consecuencias inflacionarias. Desde sectores empresariales se aclaró que se trata de un adelanto salarial, y no del reconocimiento completo de la paritaria, esperando aún la renegociación con el Gobierno.
Este conflicto resalta la tensión entre el Gobierno y los sindicatos en materia de negociación paritaria, en un contexto de alta inflación y presiones para controlar el aumento de precios. La decisión de Cavalieri marca un precedente importante en el escenario de las negociaciones colectivas y plantea interrogantes sobre las futuras estrategias del Gobierno en la regulación de las paritarias.