En una reciente entrevista para la revista Newsweek, varios especialistas en política internacional han analizado los factores que han llevado al presidente ruso, Vladimir Putin, a abstenerse de llevar a cabo una movilización a gran escala. Según los expertos, uno de los principales motivos de esta abstención se debe a la situación política y económica que enfrenta Rusia en la actualidad. La pandemia de COVID-19 ha golpeado fuertemente al país, lo que ha supuesto un gran desafío para el gobierno. Debido a esto, Putin ha optado por enfocar sus esfuerzos en la gestión de la crisis sanitaria y económica, en lugar de embarcarse en una movilización a gran escala que podría representar un mayor desgaste para el país. Otro factor que ha influido en la decisión de Putin es la tensión geopolítica que Rusia enfrenta en estos momentos. El país se encuentra inmerso en varios conflictos regionales, como el conflicto en Ucrania y la guerra en Siria. Estas situaciones ya demandan un gran esfuerzo militar y político, por lo que una movilización a gran escala representaría una mayor complicación y riesgo para Rusia y sus aliados. Además, los especialistas señalan que Putin desea mantener una imagen de estabilidad y control en el ámbito internacional. Una movilización a gran escala podría ser interpretada como una muestra de debilidad o desesperación, lo que afectaría negativamente la reputación de Rusia en el escenario mundial. Por tanto, el presidente ruso prefiere abstenerse de acciones que podrían poner en riesgo su imagen y liderazgo. Sin embargo, pese a esta abstención, los analistas no descartan la posibilidad de una movilización a gran escala en el futuro. La situación política y económica podría cambiar, y Rusia podría enfrentar nuevas amenazas que justifiquen una respuesta militar más contundente. En cualquier caso, la decisión de Putin de abstenerse hasta el momento de una movilización a gran escala demuestra su prudencia y estrategia política.