La victoria contundente de Independiente ante Boston River por 5-1 en la Copa Sudamericana no solo aseguró una mejor posición en el Grupo A, sino que también inyectó una dosis de confianza crucial al equipo de Avellaneda, que venía de una racha de cuatro partidos sin ganar. Para Julio Vaccari, entrenador del Rojo, el triunfo fue un respiro, pero también un punto de partida.

“Este partido era muy importante porque necesitábamos ganar para prendernos en la clasificación”, comentó Vaccari, con la mirada puesta en el próximo desafío: el encuentro de octavos de final del Torneo Apertura ante Independiente Rivadavia. “El partido del domingo es totalmente aparte. No creo que lo de hoy influya en ese partido”, aclaró el DT.

El regreso al gol de los delanteros, con un doblete de Matías Giménez, un penal convertido por Diego Tarzia y un tanto de Santiago Hidalgo, fue un factor clave en la goleada. “Yo quiero que la pelota entre y no importa quién la mete”, afirmó Vaccari, aunque reconoció que aún hay aspectos del juego que requieren mejoras: “Hay detalles que tenemos que corregir de cara a lo que viene”.

Independiente también sueña con romper una sequía de 23 años sin títulos locales. El equipo se siente fuerte en su casa, donde acumula 22 partidos invictos, una ventaja que Vaccari valora: “Ahorrarse un viaje a veces suma. Ayuda a que el futbolista a veces no acumule tanto cansancio. A mí me gusta jugar siempre en la cancha de Independiente, con el público alentando. Es algo muy importante”.

Pero la ambición del entrenador va más allá del torneo local. En una declaración que generó gran expectativa, Vaccari expresó su deseo de enfrentarse a equipos de la talla de Boca o Racing en las próximas etapas de la Copa Sudamericana: “Ojalá nos toque jugar con Boca o Racing, porque eso quiere decir que estaremos en una instancia muy importante. Pero ahora hay que pensar en Independiente Rivadavia, que es durísimo y tiene al más desequilibrante del fútbol argentino”. Esta declaración refleja la confianza creciente en el plantel y la ambición de alcanzar los objetivos planteados.

La victoria ante Boston River también marcó el regreso al gol de Matías Giménez tras una larga lesión. Su doblete no solo fue crucial para el resultado, sino que también representó una inyección de moral para el jugador y para todo el equipo. Giménez, quien superó una grave lesión de ligamento cruzado, declaró su alegría por el triunfo y su deseo de continuar con esta racha positiva.

El próximo partido contra Independiente Rivadavia se presenta como un desafío crucial para Independiente. Vaccari y su equipo buscarán aprovechar el impulso de la goleada en la Copa Sudamericana para conseguir una victoria que los acerque a las instancias finales del Torneo Apertura, y quién sabe, tal vez preparar el camino para un hipotético enfrentamiento con Boca o Racing.