La fastuosa boda de Tatiana Bosch: 300 invitados y un despliegue de lujo en Tortugas Country Club

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Descubre todos los detalles de la inolvidable boda de Tatiana Bosch y José María Cánovas, una celebración de ensueño con 300 invitados, una ceremonia en la Basílica del Santísimo Sacramento y una fiesta de película en Tortugas Country Club. ¡Fotos exclusivas!

La fastuosa boda de Tatiana Bosch: Un cuento de hadas en Buenos Aires

El pasado 3 de mayo, Buenos Aires fue testigo de una boda de ensueño: la unión de Tatiana Bosch, hija mayor de Francisco Bosch y Magdalena Robirosa, y el español José María "Chema" Cánovas. Con más de 300 invitados, la celebración fue un derroche de elegancia, lujo y emociones que perdurarán en la memoria de los asistentes.

Una ceremonia majestuosa en la Basílica del Santísimo Sacramento

A las 17:00 horas, bajo los acordes de "El oboe de Gabriel" de Ennio Morricone, Tatiana, radiante con un vestido de Evangelina Bomparola de estilo grecorromano, entró del brazo de su padre a la imponente Basílica del Santísimo Sacramento. El novio, elegante con galera y jaquette, la esperaba en el altar. La ceremonia, oficiada por el sacerdote Martin Bracht, estuvo llena de simbolismo, con la presencia de una orquesta y un coro que transportaron a los presentes a un ambiente digno del Teatro Colón. Las tradiciones españolas se hicieron presentes, desde la peineta de la madre del novio hasta el jaquette de los testigos españoles.

La presencia de más de 150 personas en la calle San Martín, acompañando a la pareja a la entrada de la basílica, fue una muestra del cariño y la admiración que la pareja despierta. La salida de la basílica, una de las más lujosas de Buenos Aires, fue igualmente conmovedora, con la novia y sus padres compartiendo un momento de felicidad plena junto a la familia del novio.

Un amor que cruzó el Atlántico

La historia de amor entre Tatiana y Chema comenzó hace cuatro años en Madrid. Un encuentro casual en una fiesta dio paso a un noviazgo que, a pesar de la distancia, se consolidó con la promesa de un futuro juntos. La decisión de casarse en Buenos Aires fue una muestra del cariño de Chema por la cultura y las tradiciones argentinas, cautivado por la belleza de la Basílica del Santísimo Sacramento.

El vestido de novia, un diseño impecable de Evangelina Bomparola, fue el resultado de la perfecta interpretación de los deseos de Tatiana: simple, limpio y elegante. La organización, en la que la madre de la novia jugó un rol fundamental, se realizó en gran parte de manera remota, desde Madrid, con la colaboración de la productora de eventos Rocío Zavalía, quien se encargó de la logística del gran contingente de invitados españoles, cerca de 110 personas que viajaron especialmente para la ocasión.

Una fiesta de película en Tortugas Country Club

Cerca de las 19:30 horas, la celebración continuó en Tortugas Country Club con una fiesta que superó todas las expectativas. Una megacarpa ambientada por la top Gloria César, con un estilo que combinó elementos marroquíes, grecorromanos y orientales, cautivó a los 300 invitados. El catering, a cargo de Emme, ofreció un menú exquisito, desde empanadas hasta langostinos y un vacío con puré de boniato, que culminó con una variedad de postres que incluyeron brownies, trufas y alfajores.

Uno de los momentos más emotivos de la noche fue la interpretación de "Salve Rociera" por parte de la abuela de Tatiana, Malenita de Álzaga, que provocó una ovación generalizada y un espontáneo "olé" de los invitados argentinos y españoles. La música, a cargo de Bocha Muñoz, combinó temas de los 80 y 90, reggaetón y canciones argentinas y españolas, logrando una atmósfera festiva que se extendió hasta altas horas de la madrugada.

La boda de Tatiana y Chema fue mucho más que una celebración; fue un reflejo de una historia de amor, de unión familiar y de una celebración llena de elegancia, detalles cuidados y momentos inolvidables. Una noche mágica para recordar.

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