Betis y Chelsea, a un paso de la final de la Conference League

La Conference League está al rojo vivo. Dos gigantes europeos, el Real Betis y el Chelsea, están a solo un partido de disputar la gran final tras sendas victorias en la ida de las semifinales. Mientras el Betis sueña con su primera final europea, el Chelsea busca completar un pleno continental.

Real Betis: A un paso de la historia

El equipo andaluz, dirigido por Manuel Pellegrini, derrotó al Fiorentina por 2-1 en la ida disputada en el Benito Villamarín. A pesar del gol encajado por Luca Ranieri, la victoria otorga una importante ventaja al Betis para el partido de vuelta en el Artemio Franchi. El buen momento de forma del equipo, con jugadores como Isco Alarcón, Gio Lo Celso y Antony mostrando un nivel excepcional, alimenta las esperanzas de la afición bética. Pellegrini y sus jugadores han dejado de lado la euforia de LaLiga para centrarse en este histórico objetivo europeo.

El Fiorentina, por su parte, confía en el apoyo de su afición y en la capacidad de su equipo para remontar. El entrenador, Raffaele Palladino, espera que su equipo demuestre la misma personalidad que en el Villamarín y se clasifique para su tercera final consecutiva de la Conference League, en busca de su primer título tras caer ante West Ham y Olympiacos en ediciones anteriores.

Chelsea: Control total en Estocolmo

El Chelsea, con Enzo Maresca en el banquillo, goleó al Djurgardens por 1-4 en Estocolmo. La victoria contundente deja la eliminatoria prácticamente sentenciada, pero el técnico italiano mantiene la cautela. Maresca recalca la importancia de no relajarse para evitar complicaciones en el partido de vuelta en Stamford Bridge. El Chelsea, que ya ha ganado la Champions League, la Europa League, la Recopa y la Supercopa de Europa, busca completar su palmarés continental con el título de la Conference League.

El Djurgardens, por su parte, afronta una tarea prácticamente imposible, necesitando una remontada épica para seguir con vida en la competición. El resultado de la ida deja pocas esperanzas para el equipo sueco.