FC Barcelona continúa encontrando diamantes en bruto en su cantera. Tras el fenómeno Lamine Yamal, el club sigue de cerca a otro joven jugador que empieza a brillar con luz propia. Su nombre empieza a sonar en los pasillos de La Masia, y no es casualidad. Con tan solo 12 años, este nuevo talento ha llamado la atención de entrenadores y ojeadores por su estilo de juego y personalidad en el campo. El club ya habla de él como una de las grandes apuestas de futuro. Su progresión invita a soñar. Este precoz talento, llamado Adam Qaroual, nació en Mönchengladbach, Alemania, pero tiene raíces marroquíes. Desde su llegada al FC Barcelona en 2023, procedente del PSV Eindhoven, su evolución ha sido meteórica. Forma parte del equipo Sub-13 en la División de Honor Infantil y ya actúa como líder en el campo. Su adaptación ha sido rápida y su fútbol, deslumbrante. La inevitable comparación con Lamine Yamal no se ha hecho esperar. Su talento, su desparpajo y su capacidad para desequilibrar recuerdan mucho a los primeros pasos del joven extremo. Ambos juegan como extremos, aunque Adam suele partir desde la izquierda. Su regate corto, visión de juego y creatividad con el balón lo convierten en un perfil diferente. Incluso el cuerpo técnico admite que tiene ese "algo especial" que distingue a los futbolistas diferentes. Adam es un jugador que se expresa con libertad en el campo. Su estilo, descrito por algunos como "free-style", le permite ser impredecible y creativo en cada acción. Su capacidad en el uno contra uno es notable, y su entendimiento del juego sorprende para alguien de su edad. A pesar de su corta edad, ya ha sido clave en varios partidos de su categoría, generando goles, asistencias y desequilibrio constante. Es un talento aún en formación, pero con cualidades difíciles de encontrar. En La Masia son conscientes de que el siguiente paso será crucial. Sus entrenadores trabajan ahora en pulir su toma de decisiones y encauzar su estilo hacia un juego más colectivo y táctico, sin perder la esencia que lo hace especial. El objetivo es claro: que Adam se adapte con el tiempo a las exigencias del fútbol profesional sin perder su capacidad de sorpresa. La llegada de Adam al Barça no fue casualidad. Jorge Mendes, uno de los agentes más influyentes del panorama europeo, participó en su fichaje procedente de Países Bajos. El representante lo considera un proyecto de jugador con un enorme potencial. El propio club también ha mostrado su confianza. Su seguimiento ha sido constante desde su llegada a La Masia, y si continúa con esta progresión, no sería sorprendente verle ascender de categoría en poco tiempo. Desde el entorno culé prefieren mantener la calma. Saben que queda mucho camino por recorrer, pero también entienden que tienen entre manos a un joven con condiciones excepcionales. El Barça ya ha demostrado con Lamine Yamal que sabe gestionar el talento precoz. Y con Adam Qaroual, podrían repetir el mismo camino. Con trabajo, paciencia y el ambiente adecuado, esta nueva joya de La Masia podría convertirse en uno de los grandes nombres del futuro blaugrana.