El negocio de los estacionamientos en el San Nicola de Bari: una investigación revela vínculos con la mafia

Kommentarer · 1 Visninger

Una investigación judicial en Italia desvela una trama de extorsión y control mafioso sobre los estacionamientos del estadio San Nicola de Bari. El caso involucra a un empresario, intermediarios y presuntos contactos con familias criminales.

Una reciente investigación judicial en Italia ha sacudido el mundo del fútbol y destapado una red de corrupción y extorsión que se extiende hasta los estacionamientos del Estadio San Nicola de Bari. La investigación, inicialmente centrada en el empresario Gherardo Zaccagni y su intento de gestionar los aparcamientos del estadio Giuseppe Meazza de San Siro (Milán), revela un plan fallido, pero igualmente revelador, para expandir sus negocios al sur de Italia. Según la orden judicial, Zaccagni pretendía obtener el control de los estacionamientos del San Nicola, un negocio aparentemente lucrativo durante los días de partido. Sin embargo, la obtención de este control estaba condicionada a negociaciones con “las familias” de Bari, una referencia clara a grupos criminales locales. Mauro Russo, ex socio de figuras prominentes del fútbol italiano (Paolo Maldini y Christian Vieri, quienes no están involucrados en la investigación), actuó como intermediario entre Zaccagni y los presuntos representantes de estas familias. Interceptaciones telefónicas revelan conversaciones entre Zaccagni y Giuseppe Caminiti, otro implicado en la investigación, en las que Zaccagni describe el plan para Bari. Sus palabras dejan poco margen para la duda: "Yo, por mi parte, he tomado el Bari… El caso es que hay que hablar con la gente de Bari… Mauro (Russo) ya sabe con quién hablar… Bari se convertirá en como Monza, ¿qué pasa? El servicio de estacionamiento del estadio de Monza lo hacemos nosotros…" Zaccagni también menciona la necesidad de negociar con una específica “familia” de Bari, con el control de aproximadamente ocho mil plazas de estacionamiento. Esta revelación subraya la presunta influencia de la criminalidad organizada en la gestión de los espacios de aparcamiento del estadio. Sin embargo, el plan para Bari no prosperó. La investigación no encontró evidencia de que Zaccagni o Russo hayan concretado reuniones o establecido negocios en la ciudad. Esto no significa que el problema sea nuevo; ya en 2001, una investigación anterior había explorado la presunta infiltración mafiosa en la gestión de los estacionamientos del San Nicola, involucrándo a miembros de los clanes Diomede y Mercante, y a líderes de la grada, posteriormente absueltos. Este nuevo caso en Bari, ligado a la investigación más amplia sobre la infiltración de la ‘ndrangheta en las hinchadas del Inter y el Milán, destaca la persistente amenaza de la criminalidad organizada en el fútbol italiano. El intento de Zaccagni de expandir su negocio a Bari, con la explícita mención de la necesidad de negociar con la mafia, pone de manifiesto la compleja interconexión entre el deporte, los negocios y el crimen organizado, un problema que sigue requiriendo una atención seria por parte de las autoridades.
Kommentarer