El Gobierno frena un frente antikirchnerista en Buenos Aires: la compleja negociación entre Milei y Macri

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La tensión entre Cristina Kirchner y Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires genera un escenario incierto para las elecciones. El Gobierno busca limitar un acuerdo electoral entre PRO y La Libertad Avanza, priorizando una boleta libertaria para las nacionales.

La disputa interna del peronismo bonaerense, entre Cristina Kirchner y Axel Kicillof, se convierte en un factor clave para las estrategias electorales del Gobierno y la oposición. En la Casa Rosada se confía en que, a pesar de las diferencias públicas, ambos referentes terminarán compitiendo unidos en las elecciones provinciales del 7 de septiembre. Esta expectativa influye directamente en las negociaciones entre La Libertad Avanza (LLA) y Juntos por el Cambio (JxC), especialmente en la estratégica provincia de Buenos Aires. Si bien LLA asegura que la interna peronista no condiciona sus negociaciones con PRO, admiten que una división del peronismo les facilitaría un acuerdo con menor presión. La posibilidad de un frente opositor amplio en la provincia es una premisa impulsada por Mauricio Macri, mientras que el Gobierno apuesta a una boleta de LLA con referentes de PRO y la UCR en las listas. No obstante, existen diferencias internas dentro del oficialismo, destacando la buena relación con Cristian Ritondo (PRO) y Maximiliano Abad (UCR), lo que podría abrir la puerta a una alianza en la elección provincial. Sin embargo, el panorama cambia radicalmente para las elecciones nacionales del 26 de octubre. El Gobierno deja claro que en ese escenario, la candidatura presidencial será exclusivamente bajo el sello de LLA. Las negociaciones con PRO para la provincia se han ralentizado, priorizando las elecciones porteñas del 18 de mayo. El resultado de estas elecciones será crucial para definir la estrategia bonaerense, con la posibilidad de un acuerdo con PRO solo si el kirchnerismo va dividido. La interna en el Gobierno también destaca la diferencia entre Mauricio y Jorge Macri. Se enfatiza que el Gobierno no busca afectar la relación con Mauricio Macri debido a las acciones de Jorge Macri, particularmente la contratación del asesor catalán Antoni Gutiérrez-Rubí, a quien acusan de impulsar el desdoblamiento de las elecciones porteñas y una campaña sucia contra Milei. Estas acusaciones son rechazadas por el Gobierno porteño. En resumen, el Gobierno juega a limitar una alianza entre PRO y LLA en la provincia de Buenos Aires, confiando en la unidad del peronismo y priorizando una candidatura presidencial exclusivamente libertaria a nivel nacional. Las elecciones porteñas del 18 de mayo serán un punto de inflexión para las negociaciones en la provincia, con el resultado marcando el rumbo de las alianzas y estrategias electorales de cara a las cruciales elecciones bonaerenses.
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