El cáncer de colon ha mostrado un preocupante aumento en personas menores de 55 años, con una tasa de mortalidad que crece aproximadamente un 1% anual desde mediados de la década del 2000. Las proyecciones indican que los casos en menores de 50 años podrían duplicarse para 2030, una situación que alerta a los especialistas en salud digestiva.
Ante este panorama, el gastroenterólogo Joseph Salhab ha compartido a través de sus redes sociales una serie de recomendaciones basadas en evidencia científica, destacando el papel de la alimentación como herramienta preventiva. Entre sus sugerencias, cuatro frutas sobresalen por su aporte en fibra, antioxidantes y nutrientes clave para la salud del colon:
1. Sandía: Hidratación y protección celular
La sandía, además de ser refrescante, contiene licopeno, un potente antioxidante que protege contra el daño celular. Su alto contenido de agua favorece la regularidad intestinal, previniendo el estreñimiento. Adicionalmente, aporta vitaminas A y C, nutrientes esenciales para el sistema inmunológico y el cuidado de la piel.
2. Manzana: Fibra, polifenoles y salud intestinal
La manzana, rica en fibra, promueve movimientos intestinales saludables y reduce la exposición del colon a carcinógenos. Contiene polifenoles, con efectos antioxidantes y antiinflamatorios. Estudios sugieren que el consumo de 3 a 6 manzanas semanales podría asociarse con una disminución del 30% en el riesgo de muerte prematura.
3. Kiwi: Fibra, vitamina C y antioxidantes
El kiwi es una excelente fuente de fibra, fundamental para la salud digestiva. Su alto contenido de vitamina C y otros antioxidantes contribuyen a la protección celular contra el estrés oxidativo. Se ha asociado su consumo con una reducción del 13% en la probabilidad de desarrollar cáncer de colon.
4. Cítricos (Naranjas, Limones, Limas, Pomelos): Flavonoides y vitamina C
Los cítricos, ricos en vitamina C y flavonoides, pueden reducir el riesgo de cáncer de colon hasta en un 9%. Los flavonoides poseen propiedades antiinflamatorias y anticancerígenas, mientras que la vitamina C actúa como un antioxidante.
Más allá de las frutas: Otros factores a considerar
Si bien la alimentación juega un rol crucial, otros factores también influyen en el desarrollo del cáncer de colon. Estudios recientes señalan una posible asociación con ciertas bacterias intestinales, inflamación, genética y alteraciones en el microbioma. Factores como el consumo excesivo de carnes rojas y procesadas, la falta de actividad física, la obesidad y el bajo consumo de frutas y fibra también son relevantes.
Recomendaciones para reducir riesgos
La American Cancer Society recomienda dos estrategias principales: chequeos regulares (colonoscopias a partir de los 45 años, o antes si existen factores de riesgo) y la adopción de un estilo de vida saludable. Esto incluye mantener un peso adecuado, hacer ejercicio regularmente, aumentar el consumo de frutas, verduras y cereales integrales, reducir el consumo de carnes rojas y procesadas, evitar el tabaco y limitar el consumo de alcohol.
Incluir estas cuatro frutas en la dieta diaria es un paso sencillo pero significativo para cuidar la salud del colon y contribuir a la prevención del cáncer. Recuerda que una alimentación balanceada y un estilo de vida saludable son fundamentales para la salud en general.