El partido entre Boca Juniors y Tigre finalizó en un empate 1-1, pero la conversación posterior al encuentro giró en torno a una jugada específica: la anulación de un gol xeneize por una supuesta mano de Tomás Belmonte. El gol, convertido en contra por Diego Sosa, fue revisado por el VAR y finalmente anulado por el árbitro Facundo Tello, generando un aluvión de opiniones y debates entre fanáticos, analistas y jugadores.
La acción sucedió tras un córner. La pelota, después de un rebote, impactó levemente en el brazo derecho de Belmonte antes de llegar a Sosa, quien la terminó enviando al fondo de la red. Si bien el contacto fue mínimo y la trayectoria de la pelota no se vio significativamente alterada, el árbitro, a instancias del VAR dirigido por Jorge Baliño, consideró que la mano de Belmonte cumplía con las condiciones del reglamento para ser sancionada: ampliación antinatural del volumen del cuerpo, aunque sin evidencia de intencionalidad. Esta interpretación se basa en la regla de 'inmediatez', que indica que cualquier mano de un atacante en la acción inmediatamente anterior a un gol invalida la conquista.
Belmonte, tras el partido, manifestó su desconcierto e incluso insinuó un perjuicio reiterado hacia Boca en las últimas fechas. “Recién vi el video y no lo podía creer. Hace varias fechas que nos están perjudicando. Es una mano que ni me toca, y si me toca no desvía la trayectoria de la pelota. Para mí no es cobrable”, declaró el jugador.
La falta de transparencia en la difusión de los audios del VAR acrecienta la polémica. Si bien podría esclarecer la toma de decisión, no es una práctica habitual de la conducción nacional de arbitraje, dejando a la especulación pública la interpretación de la jugada. La decisión recuerda un episodio similar sucedido en 2024, en el mismo estadio, donde un gol de Tigre, tras una mano previa de Nehuén Paz, fue convalidado por el VAR, generando ahora aún más descontento en la hinchada xeneize.
Este episodio reaviva el debate sobre la implementación del VAR en el fútbol argentino. Si bien la tecnología busca mejorar la precisión del arbitraje, su interpretación subjetiva y la falta de transparencia en la toma de decisiones generan controversias recurrentes. Analistas y comentaristas deportivos se dividen entre quienes defienden la aplicación estricta del reglamento y quienes consideran que la decisión fue excesivamente rigurosa, privilegiando la letra de la ley por sobre la esencia del juego.
En conclusión, la jugada de Belmonte quedará en el recuerdo como un ejemplo más de la complejidad y las controversias que rodea la utilización del VAR en el fútbol moderno. La falta de divulgación de los audios del VAR impide una conclusión definitiva, dejando la interpretación abierta a diferentes puntos de vista y alimentando la discusión en torno a la justicia y la imparcialidad arbitral.