El ambiente en Boca Juniors está tenso. Tras la salida de Fernando Gago y la derrota en el Superclásico, el interinato de Mariano Herrón comienza con una polémica. La omisión de Juan Barinaga de la lista de concentrados para el partido contra Tigre generó la primera chispa de conflicto en el nuevo ciclo. Barinaga, quien había tenido minutos bajo la dirección de Gago, expresó su frustración a través de un posteo en redes sociales, citando una frase de Marcelo Bielsa sobre la injusticia y la necesidad de perseverar. Aunque el mensaje parecía motivacional, la elección de la frase, "Acepten la injusticia, traguen el veneno, que todo se equilibra al final", sugiere un claro malestar por su situación. La ausencia de Barinaga en la convocatoria es significativa. A pesar de no ser un titular indiscutible, había sido una presencia habitual en las convocatorias, incluso entrando como suplente en algunos partidos. Su última aparición en cancha fue el 18 de febrero, en la derrota ante Alianza Lima por la Copa Libertadores. Desde entonces, su participación se redujo drásticamente. La decisión de Herrón de dejarlo fuera de la lista, incluso después de haberlo incluido en el banco de suplentes en partidos previos, ha generado interrogantes. Este hecho se suma a la ya compleja situación del club. El cambio de entrenador, la derrota ante River y las críticas a la gestión de Román Riquelme, han generado un clima de incertidumbre e inestabilidad. La reacción de Barinaga refleja una posible disconformidad generalizada en el plantel, dejando entrever tensiones internas y cuestionamientos al nuevo liderazgo. La publicación de Barinaga, aunque posteriormente eliminada, ha generado un debate entre los hinchas. Algunos entienden su frustración y reclaman más oportunidades para el jugador, mientras que otros critican su accionar por considerar que no es la manera adecuada de expresar sus quejas. Independientemente de las opiniones, el incidente deja en evidencia la fragilidad del ambiente en Boca y las posibles consecuencias a largo plazo de la decisión de Herrón. El futuro de Barinaga en el club, y el impacto de este incidente en la dinámica del equipo, se tornan cuestiones a seguir de cerca en las próximas semanas. ¿Buscará Barinaga una salida del club o luchará por ganarse un lugar en la consideración de Herrón? Solo el tiempo lo dirá. El caso de Barinaga sirve como un ejemplo de los desafíos que enfrenta Herrón en su interinato. No solo debe lidiar con las expectativas y presiones de un club tan grande como Boca, sino que también debe gestionar las relaciones internas, mitigar conflictos y crear un ambiente de unidad para obtener resultados positivos en la cancha.