El brutal ataque a un chofer de la línea 378 en Isidro Casanova, La Matanza, ha conmocionado al país y generado una ola de indignación. Las imágenes de seguridad, recientemente reveladas, muestran una secuencia escalofriante que plantea serias dudas sobre la naturaleza del crimen. Más allá del robo, la meticulosidad del escape de los sospechosos sugiere un plan premeditado, generando interrogantes sobre la posibilidad de que se trate de un ataque intencional, y no un simple robo al azar. **El Escape Planificado:** Los videos muestran a dos individuos llegando al lugar en un Chevrolet Corsa blanco. Dentro del vehículo, se cambian de ropa, un detalle crucial que indica una planificación previa para dificultar su identificación. Posteriormente, retiran la patente del auto, borrando otra pieza clave de evidencia. Uno de los sospechosos huye a pie, mientras el otro escapa en el Corsa. **La Espera Intrigante:** El sospechoso que huye a pie camina hasta la Ruta 3, la cruza y entra al Metrobus. Lo más llamativo: deja pasar tres colectivos de la misma empresa, Almafuerte, antes de abordar el interno 8, donde se produce el ataque al chofer. ¿Fue un acto fortuito, o una selección deliberada del objetivo? **El Ataque y la Huida:** El agresor aborda el colectivo, roba al chofer y lo ataca brutalmente, causándole heridas significativas en el rostro. Tras el asalto, en el cruce de Ruta 3 y Albarracín, el agresor baja del colectivo y huye corriendo hacia Zinny, donde lo espera su cómplice en el Corsa blanco, sin patente. **Un Caso con Paralelos:** Las autoridades investigan la posibilidad de una conexión con un ataque similar ocurrido en Virrey del Pino hace menos de un mes, donde otro chofer de la línea 218 de la misma empresa sufrió una agresión con arma blanca durante un robo. Este paralelismo ha intensificado la investigación, apuntando a la posibilidad de una misma banda o un modus operandi replicado. **La Reacción:** La empresa Almafuerte ha declarado un paro de 24 horas en protesta por la falta de seguridad y exige medidas urgentes a las autoridades. Los choferes denuncian la falta de presencia policial en la zona, a pesar de promesas anteriores. El chofer agredido, aunque fuera de peligro, enfrenta una larga recuperación por las graves heridas sufridas. **Las Preguntas que Quedan:** El caso plantea varias interrogantes cruciales: ¿fue el ataque al colectivero premeditado? ¿Existe una conexión entre este incidente y el de Virrey del Pino? ¿Qué medidas se tomarán para garantizar la seguridad de los choferes de colectivo? Las respuestas a estas preguntas son fundamentales para prevenir futuros actos de violencia y garantizar la seguridad de los trabajadores del transporte público. La investigación continúa, y se espera que las autoridades esclarezcan pronto estos hechos para dar con los responsables y brindar justicia a las víctimas.