Análisis exhaustivo del violento asalto a un chofer de la línea 378 en Isidro Casanova. Videos de seguridad muestran el cambio de ropa y la remoción de la patente del auto utilizado por los sospechosos, generando dudas sobre si el ataque fue premeditado. La larga espera del agresor antes de abordar el colectivo también plantea interrogantes clave en la investigación.
El violento ataque a un chofer de la línea 378 en Isidro Casanova, La Matanza, ha conmocionado a la Argentina. Las imágenes de las cámaras de seguridad, que se han vuelto virales, revelan detalles escalofriantes del asalto y plantean nuevas preguntas sobre la planificación del crimen. El video muestra a dos delincuentes llegando en un Chevrolet Corsa blanco. Antes de atacar, se cambian de ropa dentro del vehículo, un hecho que sugiere una premeditación y un intento por dificultar su identificación posterior. Luego, retiran la patente del auto, borrando una pista crucial para la investigación.
Pero lo más inquietante es la espera. Las cámaras siguen al sospechoso que se bajó del auto y caminó hasta la Ruta 3. Allí, se observa cómo deja pasar tres colectivos de la misma empresa, Almafuerte, antes de abordar el interno 8, donde perpetró el ataque. ¿Fue una elección al azar, o se trató de un ataque selectivo y premeditado contra el chofer del interno 8?
El agresor atacó al colectivero con un arma blanca, causándole heridas graves en el rostro. Tras el robo, el delincuente escapó corriendo hasta el cruce de Ruta 3 y Albarracín, donde lo esperaba su cómplice en el Corsa blanco. La rápida huida y la meticulosa planificación del escape sugieren una experiencia previa en este tipo de delitos.
La investigación, a cargo del fiscal Marcelo Diomede, está explorando la posibilidad de que este no sea un hecho aislado. Fuentes judiciales mencionan un caso similar ocurrido en Virrey del Pino hace menos de un mes, donde otro chofer de la línea 218, también de la empresa Almafuerte, fue brutalmente agredido durante un intento de robo. La similitud entre ambos ataques ha llevado a las autoridades a intensificar la búsqueda de los responsables y a profundizar la investigación sobre posibles conexiones entre ambos hechos.
El paro de 24 horas decretado por los delegados de la empresa Almafuerte subraya la creciente preocupación por la inseguridad en el transporte público. Los choferes reclaman mayores medidas de seguridad y una respuesta contundente por parte de las autoridades ante la ola de violencia que enfrentan a diario. La víctima, aunque fuera de peligro, requerirá una larga recuperación por las graves heridas sufridas en el rostro.
El caso ha generado un debate público sobre la necesidad de reforzar la seguridad en el transporte público y la importancia de una investigación exhaustiva que permita esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia. La meticulosidad con la que los delincuentes planearon y ejecutaron el ataque, así como la aparente conexión con otro hecho similar, convierten este caso en una prioridad para las autoridades.