La llegada a las salas argentinas de Tesis sobre una domesticación, basada en la novela homónima de Camila Sosa Villada, no es un evento menor. El filme, dirigido por Javier Van de Couter y co-escrito por la propia Sosa Villada, quien también protagoniza, ha cosechado premios en prestigiosos festivales internacionales como Chicago y BAFICI, generando una expectativa considerable.
La película transita la vida de una exitosa actriz trans, interpretada con una intensidad magnética por Sosa Villada. Su personaje, una mujer que cautiva y conquista con facilidad, se encuentra dividida entre un presente que intenta construir –un matrimonio con un abogado bisexual (Alfonso Herrera) y la adopción de un niño– y un pasado traumático que persiste en su memoria. Esta dualidad se refleja en la cinematografía que oscila entre la vida urbana y cosmopolita de Buenos Aires y los paisajes serranos de Córdoba, donde se revelan secretos familiares que explican su complejo presente.
La cinta no escatima en escenas de sexo explícito, presentando la sexualidad de la protagonista con una naturalidad poco frecuente en el cine argentino. Estas escenas, lejos de ser gratuitas, forman parte integral de la narrativa, revelando la complejidad de su identidad y sus relaciones. La película plantea un diálogo constante entre la búsqueda de estabilidad y la libertad, entre la aceptación social y la rebeldía individual. Esta tensión se hace palpable en la memorable escena de la fiesta de casamiento, donde conviven el mundo trans de la protagonista y su familia tradicional, generando un potente contraste musical y emocional.
La dirección de Javier Van de Couter logra un equilibrio interesante entre el drama y la comedia, sin dejar de lado la provocación inherente a la historia. La música de Catriel Nievas complementa a la perfección la atmósfera, combinando temas clásicos con piezas contemporáneas, creando una banda sonora tan diversa como la película misma.
Si bien la actuación de Camila Sosa Villada puede resultar un poco forzada en ciertos momentos melodramáticos, su presencia escénica es innegable. Su cuerpo se convierte en un vehículo para expresar la complejidad emocional del personaje, y su propia experiencia vital le otorga una autenticidad conmovedora. La película, en su conjunto, cuestiona las normas sociales, las convenciones de género y la noción de familia tradicional, invitando al espectador a una reflexión profunda sobre las relaciones humanas.
Más allá de algunos pequeños tropiezos narrativos, Tesis sobre una domesticación se erige como una de las propuestas más potentes y contestatarias del cine argentino contemporáneo. Una película que no dejará indiferente a nadie, capaz de provocar, deslumbrar, incomodar y fascinar en partes iguales, haciendo de ella una experiencia cinematográfica inolvidable.