Lucila Villar, conocida como 'La Tora' tras su participación en Gran Hermano, ha generado revuelo en las redes sociales tras confesar un episodio de su pasado en un programa de streaming. Durante su aparición en 'Algo va a picar', conducido por Vicky Garabal y Marcos Giles en Luzu TV, La Tora admitió haber robado ropa de un local cuando tenía 16 años. La confesión, relatada con una mezcla de humor y nerviosismo, detalla cómo, influenciada por una amiga, se llevó una remera y una pollera de un negocio. Posteriormente, en un aparente intento de compensar su acción, compró una segunda remera, lo que generó comentarios jocosos por parte de los conductores, quienes bromearon sobre un "descuento que no se suele ver". Este relato, lejos de pasar desapercibido, ha generado un intenso debate en las redes sociales. Algunos aplauden la sinceridad de La Tora, mientras que otros cuestionan si se trata de una estrategia para mejorar su imagen pública. La confesión ha sido comparada con un incidente similar protagonizado por otra exparticipante de Gran Hermano, Lucía Maidana, quien admitió haber robado una estatua. La ironía reside en el contraste entre este pasado juvenil y su trayectoria posterior. La Tora ha trabajado como vendedora, una experiencia que la puso en el lado opuesto del mostrador y que, según ella misma ha relatado, la ha hecho valorar la honestidad y el trabajo duro. La revelación resalta la complejidad de la vida pública y cómo los errores del pasado pueden influir en la percepción actual. Si bien La Tora presenta la anécdota con humor, su confesión abre un espacio para la reflexión sobre las decisiones juveniles, el arrepentimiento y la construcción de una imagen pública en la era digital, donde las acciones del pasado pueden resurgir inesperadamente. El impacto de esta confesión en la carrera de La Tora aún está por verse, pero sin duda ha generado un nuevo capítulo en su ya interesante historia post-Gran Hermano.