El Club Atlético Colón atraviesa un momento crítico. En un año y medio, bajo la presidencia de Víctor Godano, el equipo ha visto pasar a cinco entrenadores, un promedio de uno cada tres meses. Ahora, Andrés Yllana, con su experiencia del ascenso con Aldosivi, llega a Santa Fe con la difícil misión de estabilizar al equipo y guiarlo hacia la Primera División. Su debut se produce este domingo ante Defensores de Belgrano en el emblemático Cementerio de los Elefantes, un partido que se presenta como una prueba de fuego para el nuevo DT y para un plantel que necesita demostrar su compromiso.

Yllana, el sexto entrenador bajo la gestión Godano, no es un novato. Su ascenso con Aldosivi la temporada pasada le otorga un aval de conocimiento en la categoría. Sin embargo, la tarea que le espera es hercúlea. Colón suma solo 14 puntos en 11 fechas, alejado de los puestos de clasificación al reducido por el ascenso y mostrando una irregularidad alarmante. La presión de la hinchada, dividida entre la bronca y el apoyo incondicional, se hace sentir sobre el club y su nueva dirección técnica.

Más allá del desafío inmediato del partido contra Defensores, Yllana debe lidiar con un problema de fondo: el ciclo de entrenadores efímeros que ha caracterizado a Colón en los últimos doce años. Se han presentado 30 entrenadores en este periodo, con la consecuente inestabilidad y un costo, el descenso y la falta de grandeza, que el club no puede permitirse.

La dirigencia, con Godano a la cabeza, asume parte de la responsabilidad y promete correctivos. La llegada de refuerzos en el mercado de invierno y la salida de jugadores con contratos que terminan en junio son pasos necesarios para apuntalar al plantel. El regreso de jugadores clave como Ignacio Lago, también representa una buena noticia para el nuevo técnico.

Pero el éxito de Yllana no dependerá solo de las decisiones de la dirigencia. La responsabilidad recae también en los jugadores. El partido contra Defensores será una oportunidad para mostrar entrega, garra y el amor por la camiseta. El juego, el buen juego, podría llegar después. Primero, el esfuerzo y la entrega por la victoria son obligatorios para un club tan grande como Colón.

En resumen, el debut de Yllana marca un nuevo capítulo en la historia de Colón. Un capítulo cargado de desafíos, presiones y expectativas. Será una batalla contra el tiempo, contra la historia misma, para romper el ciclo de inestabilidad y comenzar un camino hacia el ascenso. El tiempo dirá si Yllana logra salir a flote en este mar de incertidumbre.