Congreso de ATE: ¿A espaldas de los estatales o reflejo de una crisis sindical?

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El reciente Congreso de ATE Capital genera polémica por su falta de transparencia y la desconexión con las bases. Analizamos las críticas, las decisiones tomadas y el futuro del sindicato en un contexto de crisis salarial y ajuste estatal.

Congreso de ATE: ¿A espaldas de los estatales o reflejo de una crisis sindical?

El 24 de abril se llevó a cabo el Congreso Ordinario de la Seccional Capital de ATE en un estadio cubierto de Ferro. Sin embargo, lejos de ser un evento democrático y participativo, el congreso ha generado una ola de críticas por su carácter clandestino y la falta de transparencia en la toma de decisiones.

Desde el inicio, la convocatoria fue calificada como clandestina. La memoria y balance del último ejercicio, así como el texto político que repasaba la acción gremial, no fueron distribuidos con antelación, siendo entregados a los presentes en el mismo momento del evento. Esta metodología, lejos de promover la participación activa y consciente de los trabajadores, conspira contra la vida democrática interna de ATE, profundizando un camino de vaciamiento ya iniciado hace años con la modificación del estatuto por parte de la conducción nacional.

Tradicionalmente, la aprobación de la Memoria y el Balance implicaba una asamblea general de afiliados. La actual modalidad, que restringe la participación a un grupo de congresales elegidos discrecionalmente por cada Junta Interna, contrasta con la transparencia y la participación efectiva que deberían ser pilares fundamentales de una organización sindical.

Grietas y falta de unidad

El Congreso también fue escenario de los enfrentamientos entre la Verde (ATE Nacional) y la Verde y Blanca, dejando en evidencia la falta de unidad en la acción, un problema recurrente en ATE. La realización de movilizaciones y acciones por separado, por parte de la dirigencia nacional y de Capital, refleja una fractura interna que impide una respuesta unificada a los problemas que afectan a los trabajadores estatales.

La solución a esta problemática no se encuentra en las negociaciones entre dirigentes o en convocatorias cada vez más restringidas. La verdadera unidad en la acción se basa en el método asambleario, la realización sistemática de plenarios con mandato y, fundamentalmente, una vida democrática plena dentro del sindicato.

Un año de ajuste y la respuesta de ATE

El gobierno ha implementado una política de ajuste que ha generado la masacre de decenas de miles de despidos, golpeando duramente al gremio. Si bien no es correcto responsabilizar directamente a la conducción sindical por esta situación, el balance del último año revela una falta de una estrategia de lucha unificada y una escasa participación de las bases. La fragmentación de las acciones y el incumplimiento de las medidas anunciadas han contribuido a la desmoralización y la desorganización de los trabajadores.

El informe presentado por Daniel Catalano, secretario general de ATE, se limitó a una reivindicación del rol de “resistencia” del sindicato, sin abordar críticamente los problemas internos y la falta de una estrategia efectiva de lucha. Además, la insistencia de algunos dirigentes en la necesidad de “militar” las elecciones en CABA y PBA con el peronismo genera preocupación por el sometimiento del sindicato a la campaña del PJ, restándole independencia frente a los partidos patronales. Este sometimiento es particularmente preocupante en la Provincia de Buenos Aires, donde el gobierno es la patronal directa de los estatales y los mantiene con salarios de miseria.

Críticas y propuestas

Durante el Congreso, se plantearon críticas a la orientación de Catalano respecto del refuerzo de la unidad con la CGT, considerándolos parte del problema y no de la solución. La firma del 1.3% de aumento para los estatales por parte de la CGT, al día siguiente de un paro declarado como “exitoso” por UPCN, ejemplifica la complicidad de los dirigentes burocráticos con los ataques del gobierno.

También se cuestionó la admisión de los dirigentes de la Junta del Inti dentro de ATE, dada la fuerte oposición expresada por una asamblea masiva de trabajadores del organismo, tras acuerdos con la patronal y amenazas con armas de fuego.

El Congreso, en definitiva, no representa un avance significativo. Los estatales se encuentran afectados por el derrumbe salarial y las nuevas tandas de fusiones y despidos que prepara el gobierno. El camino para enfrentar esta situación pasa por la organización desde las bases, mediante asambleas y planes de lucha que promuevan la participación activa de todos los afiliados, sin distinción, tal como se ha demostrado que es posible en varios ejemplos recientes. La invitación a participar del acto político e internacionalista en Plaza de Mayo el 1° de Mayo refuerza este llamado a la unidad y la lucha.

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