Descubre la historia de Carlo Acutis, el joven que utilizó la tecnología para difundir su fe y se convirtió en un ejemplo para la generación millennial. Su canonización, prevista para este fin de semana, fue postergada por el fallecimiento del Papa Francisco.
Carlo Acutis, un nombre que resonó en el mundo católico en las semanas previas a su prevista canonización, representa una figura única en la historia de la Iglesia: un santo millennial. Nacido en Londres en 1991 y criado en Italia, Acutis falleció a los 15 años víctima de leucemia fulminante en 2006. Sin embargo, su corta vida dejó una profunda huella gracias a su profunda fe y su innovador uso de las nuevas tecnologías para evangelizar.
Desde joven, mostró una profunda devoción religiosa. A los 7 años, tras su primera comunión, declaró a su madre: "Estar unido a Jesús: ese es mi plan de vida." Este compromiso se manifestó en su asistencia diaria a misa, considerando la iglesia como su "autopista al cielo." Su ejemplo inspiró a sus padres a retomar la práctica del catolicismo e incluso influyó en la conversión de su niñera hindú.
Acutis era un experto en computación, talento que empleó para crear sitios web para su parroquia y escuela. Su obra más destacada fue la creación de un sitio web que recopilaba milagros eucarísticos de todo el mundo, un proyecto que refleja su convicción de que la evidencia de los milagros podía acercar a la gente a la fe. Este trabajo le valió el sobrenombre de "Influencer de Dios."
Su profunda fe se mantuvo incluso ante la inminencia de su muerte. Según el cardenal Angelo Comastri, Acutis expresó: "Estoy contento de morir porque he vivido mi vida sin malgastar ni un solo minuto de ella en cosas que no le gustan a Dios." Esta actitud refleja la autenticidad de su devoción y la importancia que daba a vivir una vida plena en Dios.
El Papa Francisco, reconociendo la importancia de su testimonio y su innovador uso de las nuevas tecnologías para la evangelización, inició su proceso de canonización en 2018, incluso obviando algunas reglas no escritas. El Papa argentino lo describió como un joven que "fue capaz de usar las nuevas técnicas de comunicación para transmitir el Evangelio, para comunicar valores y belleza." Su cuerpo incorrupto se exhibe en Asís, Italia, convirtiéndose en un lugar de peregrinación.
Se le atribuyen dos milagros: la sanación de un niño brasileño con una enfermedad pancreática congénita y la curación de una estudiante universitaria costarricense. Su canonización, prevista para el 27 de abril de 2025, fue pospuesta debido al fallecimiento del Papa Francisco. Aunque la ceremonia ha sido aplazada indefinidamente, la veneración hacia Acutis continúa creciendo, considerado por muchos como un santo incluso antes de su canonización oficial. Su historia inspira a jóvenes y adultos a integrar la tecnología y la fe de manera significativa en sus vidas.