La disputa entre Nico Occhiato y Migue Granados, directores de los canales de streaming Luzu TV y Olga, respectivamente, ha desatado una "guerra" en el mundo digital. Todo comenzó con un reporte de la cuenta @RealTimeRating en Twitter/X, que señalaba un repentino aumento de audiencia en Luzu TV, coincidiendo con la emisión de "Se fue larga", conducido por Occhiato. Este incremento, según el reporte, fue de 17.000 visualizaciones en pocos minutos, sin cambios en la programación. Occhiato respondió inmediatamente, negando la veracidad de los datos y acusando a la competencia de usar bots para manipular las métricas. "Este número no es real", declaró, añadiendo que "Nos mandaron bots". Sus declaraciones enfatizaron su falta de interés en competir por números de audiencia y su compromiso con la creación de contenido de calidad. Sofía Calvo, integrante de "Se fue larga", respaldó a Occhiato, afirmando que jamás recurrirían a prácticas fraudulentas para aumentar sus visualizaciones. La respuesta de Granados no se hizo esperar. A través de una serie de irónicos tuits, el conductor de Olga insinuó la manipulación de las métricas por parte de Luzu TV, publicando mensajes como "Chicos disimulen. ¿En un minuto?" y una imagen de una bala pasando por una puerta, en clara alusión a un supuesto sabotaje. Posteriormente, Occhiato compartió un video de Granados donde el conductor de Olga planteaba un escenario hipotético de competencia desleal, viralizando una supuesta 'cucaracha' en la hamburguesería de la competencia para perjudicarla. Este video fue utilizado por Occhiato para evidenciar la estrategia de su rival. Esta pelea pública pone en el centro de la escena la problemática del manejo de métricas y la posible utilización de bots en el mundo del streaming. El enfrentamiento entre Occhiato y Granados ha generado un gran debate entre los usuarios de las redes sociales, divididos entre quienes apoyan a uno u otro, y quienes cuestionan la transparencia en las mediciones de audiencia en plataformas digitales. El caso pone en evidencia la creciente competencia y la presión por alcanzar altos niveles de visualizaciones en el ecosistema del streaming argentino. La "guerra" recién comienza, y las repercusiones de este cruce de acusaciones podrían tener un impacto significativo en la industria del entretenimiento online.