Descubre la conmovedora historia de Ángel Correa, campeón del mundo con la Selección Argentina, y su encuentro con el Papa Francisco en 2009, cuando recibió el sacramento de la Confirmación. Una historia de fe, fútbol y un destino que los unió.
En 2009, un joven Ángel Correa, promesa del fútbol argentino en las inferiores de San Lorenzo, recibió un acontecimiento que marcaría su vida para siempre: la Confirmación a manos del entonces Arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, quien años más tarde se convertiría en el Papa Francisco. Este encuentro, aparentemente fortuito, unió a dos personalidades destacadas en sus respectivos ámbitos, tejiendo una historia llena de fe, esperanza y un toque de suerte, como el propio Correa ha reconocido.
El evento tuvo lugar en la Ciudad Deportiva de San Lorenzo, donde Bergoglio, un confeso hincha del club, se acercó a la pensión para administrar el sacramento a un grupo de jóvenes futbolistas, entre ellos Correa y Gonzalo Ramírez. Para Correa, quien tenía 14 años y vivía en la pensión del club, fue una experiencia significativa, un momento de recogimiento espiritual en medio de su intensa vida deportiva.
En una entrevista posterior, Correa compartió sus recuerdos con emoción: "Yo tenía 14 años, vivía en la pensión… y vinieron a preguntarme si quería confirmarme. Al tiempo me enteré de que el tipo que me había confirmado era el Papa; no lo podía creer. Parece que le di un poquito de suerte, ¿no?", dijo con humildad y una pizca de humor.
La historia no termina ahí. Años más tarde, antes de disputar las semifinales y la final de la Copa Libertadores con San Lorenzo, Correa fue sometido a los exámenes médicos previos a su traspaso al Atlético de Madrid. Estos exámenes revelaron un quiste en un ventrículo, un problema de salud que puso en riesgo su carrera.
Tras superar con éxito la cirugía, Correa sintió la necesidad de agradecer por su recuperación. En 2015, fue recibido por el Papa Francisco en una audiencia privada en el Vaticano. "Soy muy creyente y le fui a agradecer a la Virgen porque sigo con vida. Ya di las gracias en San Nicolás, ahora me toca hacerlo en el Vaticano", declaró Correa, mostrando su profunda fe y gratitud por la oportunidad de seguir su sueño.
El camino posterior a esta audiencia ha estado plagado de éxitos para Correa. Además de sus logros con el Atlético de Madrid, incluyendo una Europa League, una Supercopa de Europa y una Liga, ha conquistado la Copa América 2021, la Finalissima 2022 contra Italia y, el mayor honor, la Copa del Mundo con la Selección Argentina en 2022. Su historia es un testimonio de perseverancia, talento y fe, un relato que trasciende el fútbol y nos recuerda la conexión inesperada entre eventos aparentemente dispares.
Esta historia única e inspiradora pone de manifiesto la profunda fe de Correa, su perseverancia ante la adversidad y el singular lazo que lo unió a un hombre que llegaría a ser el líder espiritual de millones de personas en todo el mundo. El destino, la fe y el talento se combinaron para forjar la exitosa trayectoria de un campeón del mundo que lleva consigo la bendición del Papa Francisco.