El reconocido periodista Roberto Navarro fue brutalmente agredido en la vía pública. Analizamos el incidente, las repercusiones y el preocupante contexto de violencia contra la prensa en Argentina.
El 21 de abril de 2025, el periodista argentino Roberto Navarro, director del medio digital El Destape, sufrió una violenta agresión física mientras caminaba por el centro de Buenos Aires. El ataque, perpetrado por una persona aún no identificada, consistió en un golpe por la espalda a la altura de la nuca, sin mediar palabra. Navarro, a pesar de la gravedad del incidente, logró llegar por sus propios medios a una clínica para recibir atención médica. Si bien se encuentra fuera de peligro, presenta signos visibles del impacto del golpe.
La noticia, difundida inicialmente por El Destape a través del programa del periodista Mariano Martín, generó una ola de repudio inmediato en el ámbito periodístico y político. Colegas, figuras públicas y organizaciones gremiales expresaron su solidaridad y condena a la agresión, destacando la gravedad del hecho y su impacto en la libertad de expresión.
Ari Lijalad, del equipo de El Destape, calificó el ataque como "cobarde" y expresó su solidaridad con Navarro. Similar repudio manifestaron Jon Heguier, Myriam Bregman (Frente de Izquierda), Alejandro Vilca (Frente de Izquierda), Esteban Paulón (Partido Socialista), y Rodolfo Aguiar (secretario general de ATE), entre otros. El Sindicato de Prensa de Buenos Aires también emitió un comunicado repudiando la agresión.
La agresión a Navarro se suma a una serie de incidentes recientes que ponen en alerta el clima de violencia e intolerancia contra la prensa en Argentina. Este preocupante contexto ha sido alimentado por discursos de odio y ataques a la libertad de expresión, tanto en redes sociales como desde espacios de poder. La falta de una denuncia policial formal hasta el momento de la redacción de este artículo, añade otra capa de preocupación a la situación.
El Destape, medio fundado por Navarro en 2017, se consolidó como un espacio periodístico independiente con una radio digital y un portal de noticias, caracterizado por su línea editorial crítica y su cobertura de temas sociales y políticos. La agresión a su director es, por tanto, un ataque directo a este proyecto y a la labor periodística en general.
Este suceso debe ser analizado en profundidad. Las autoridades deben investigar exhaustivamente el incidente para identificar al agresor y aplicarle la justicia correspondiente. Es fundamental también reflexionar sobre el rol de los discursos de odio y la necesidad de proteger a los periodistas, quienes juegan un papel fundamental en una sociedad democrática. La violencia contra la prensa no puede ser tolerada bajo ningún concepto y debemos trabajar para garantizar un entorno seguro para el ejercicio del periodismo crítico e independiente.