Tras la muerte del Papa Francisco, la Iglesia se prepara para la elección de su sucesor. Descubre los detalles del cónclave: desde su historia hasta el proceso de votación en la Capilla Sixtina.
Tras la muerte o renuncia de un Papa, la Iglesia Católica convoca al cónclave, una reunión de cardenales para elegir al nuevo Sumo Pontífice. Su nombre, derivado del latín "cum clave" (con llave), alude a la histórica clausura de la sala donde se celebraba. Este artículo analiza en profundidad el funcionamiento de este antiguo y fascinante proceso.
**Un poco de historia:**
El primer cónclave con cardenales confinados para evitar presiones externas se remonta a 1241. Sin embargo, el cónclave de Viterbo (1268-1271) es el más famoso por su larga duración, debido a la división entre los cardenales. Para forzar una decisión, la población de Viterbo llegó a confinarlos, incluso quitando el techo del palacio. Tras este evento, Gregorio X estableció reglas oficiales para el cónclave, incluyendo el confinamiento y una dieta básica tras varios días sin resultado. Estas reglas, sin embargo, fueron modificadas con el tiempo, llegando incluso a permitir el consumo de coñac.
**El rol del Cardenal Camarlengo:**
El Cardenal Camarlengo es una figura clave en el proceso. Administra los bienes de la Santa Sede, verifica la muerte del Papa, organiza el cónclave, redacta informes de cada votación y los entrega al nuevo Pontífice. A lo largo de la historia, han surgido anécdotas sobre el consumo de bebidas alcohólicas por parte de los cardenales durante el cónclave, aunque el secreto del proceso es sagrado.
**Curiosidades:**
Una peculiaridad del cónclave es que no obliga a elegir a un cardenal presente. Teóricamente, se podría elegir a un cardenal ausente o incluso a un religioso no obispo, quien debería ser ordenado posteriormente. La tradición católica atribuye la designación del primer Papa, San Pedro, directamente a Jesucristo.
**El cónclave en la actualidad:**
El cónclave actual ofrece comodidades a los cardenales, alojándolos en la Casa Santa Marta, una residencia restaurada por Juan Pablo II. El proceso comienza con la llegada de los cardenales a la Capilla Sixtina, donde recitan el "Veni Creator". El Camarlengo cierra las puertas pronunciando "Extra omnes" (todos fuera). Los cardenales jurarán mantener el secreto absoluto, antes de iniciar la votación.
**El proceso de votación:**
Cada cardenal escribe el nombre de su candidato en una papeleta, la dobla y la muestra a los demás antes de depositarla en una urna. El proceso de escrutinio es público, con el nombre de los candidatos leído en voz alta. Las papeletas son revisadas por tres cardenales antes de ser incineradas. El humo negro indica falta de acuerdo, mientras que el humo blanco anuncia la elección de un nuevo Papa. Se requieren dos tercios de los votos.
**El "Habemus Papam":**
Una vez elegido y aceptado el cargo, el nuevo Papa escoge su nombre de reinado. Se dice que ningún Papa ha optado por llamarse Pedro, en honor al primer Papa. Finalmente, el nuevo pontífice aparece en el balcón de la Basílica de San Pedro para dar la bendición "Urbi et Orbi".
**El Colegio Cardenalicio:**
El Colegio Cardenalicio está compuesto por cardenales de todo el mundo, pero solo los menores de 80 años participan en la votación. El Papa Francisco ha llevado a cabo nombramientos con el fin de internacionalizar y diversificar el colegio, incluyendo países históricamente subrepresentados.
**Aspectos relevantes:**
* **Secreto:** El secreto es fundamental en el cónclave, garantizado por la Constitución Apostólica "Universi Dominici Gregis" de Juan Pablo II, que incluso regula el control tecnológico del recinto.
* **Aislamiento:** Los cardenales viven aislados durante el cónclave, sin acceso a medios de comunicación.
* **Cambios en el protocolo:** Francisco ha simplificado el protocolo fúnebre y de elección papal, minimizando ciertas ceremonias.
El cónclave es un evento histórico y trascendental en la Iglesia Católica. Su funcionamiento, aunque modernizado, conserva la solemnidad y el misterio de un proceso que define el futuro de la Iglesia a nivel mundial.