El mundo del espectáculo argentino se vio sacudido por una feroz pelea entre las conductoras Viviana Canosa y Mariana Fabbiani. Lo que comenzó como un intercambio de opiniones sobre las controvertidas declaraciones de Canosa, escaló rápidamente a un enfrentamiento público con acusaciones, revelaciones de mensajes privados y un cruce de declaraciones que involucra a figuras relevantes de la televisión. Todo comenzó con las polémicas denuncias de Canosa, las cuales generaron una ola de críticas y comentarios de varios colegas. Mariana Fabbiani, en su programa de América TV, realizó un descargo donde cuestionó duramente las acciones de Canosa y, según la propia Canosa, contactó a Adrián Suar, gerente de programación de El Trece, para solicitar la salida de su colega del canal. La respuesta de Canosa no se hizo esperar. En su programa, 'Viviana con vos', transmitido por El Trece, la conductora no solo respondió a los dichos de Fabbiani, sino que también reveló un mensaje privado que le envió el esposo de Fabbiani, Mariano Chihade, productor de Mandarina. En dicho mensaje, Chihade le pedía a Canosa que 'cortara' con sus comentarios sobre la situación, insinuando una amenaza implícita. Canosa no dudó en mostrar el mensaje al aire, aumentando aún más la tensión del conflicto. Además de la confrontación entre Canosa y Fabbiani, la controversia se extendió hacia otros puntos. Canosa afirmó que Chihade le había ofrecido trabajo en su programa de streaming, 'Bondi', meses atrás, oferta que ella rechazó para sumarse a El Trece. Este hecho revela una complejidad en la relación entre las dos conductoras, que compiten en franjas horarias similares. Fabbiani, por su parte, apuntó contra la gestión de Adrián Suar en El Trece, cuestionando la decisión de mantener a Canosa en el canal a pesar de sus controvertidas declaraciones. Esto sumó una nueva capa a la controversia, involucrando la responsabilidad del canal en el manejo de la situación y el impacto que este conflicto tiene en la imagen de El Trece. El impacto de esta pelea trascendió las pantallas de televisión. Diversos medios de comunicación cubrieron el escándalo ampliamente, generando un debate público sobre la ética en los medios, la responsabilidad de los canales ante las polémicas declaraciones de sus figuras, y el impacto de la rivalidad entre personalidades mediáticas. La repercusión en las redes sociales fue masiva, con los nombres de ambas conductoras encabezando las tendencias durante varios días. En conclusión, el enfrentamiento entre Viviana Canosa y Mariana Fabbiani se transformó en un evento mediático de gran magnitud, que desató un debate sobre la ética y la responsabilidad en la televisión argentina, y expuso las complejas relaciones de poder entre figuras mediáticas, canales de televisión, y el público.