La periodista Viviana Canosa ha generado una ola de controversia y preocupación tras sus recientes denuncias públicas sobre una presunta red de trata. Estas acusaciones, que apuntan a figuras influyentes, han resonado con fuerza en la opinión pública, especialmente para Ulises Jaitt, hermano de la fallecida modelo Natacha Jaitt. Jaitt, quien ha luchado durante años por esclarecer las circunstancias de la muerte de su hermana, ve un inquietante paralelismo entre las denuncias de Canosa y la propia experiencia de Natacha. En declaraciones a diferentes medios, incluyendo Radio Splendid y Radio Mitre, Jaitt ha expresado su profunda preocupación por la seguridad de Canosa. Recuerda la valentía y la determinación de su hermana al denunciar públicamente lo que consideraba una red de pedofilia, y advierte sobre las posibles consecuencias para Canosa, quien también ha enfrentado fuertes críticas y ataques tras sus revelaciones. "Hay que cuidar a Canosa porque todos sabemos cómo terminó Natacha", declaró Jaitt, destacando la similitud entre ambas mujeres: fuertes, inteligentes y dispuestas a investigar a fondo, hasta las últimas consecuencias. La insistencia de Jaitt en la necesidad de proteger a Canosa no solo se basa en la coincidencia de las denuncias, sino también en su amarga experiencia con la investigación de la muerte de Natacha. Jaitt acusa directamente a la justicia de corrupción e inacción, señalando fallas en la investigación, el archivo de la causa, y la negación de sus pedidos de información. Menciona específicamente al juez Cosme Iribarren, quien también participa en el caso Maradona, como una figura clave en la obstrucción de la justicia. La lentitud en el desbloqueo del dispositivo de Natacha, que contenía pruebas cruciales, es otra evidencia de la supuesta obstrucción judicial, según Jaitt. Este proceso, que duró casi cinco años, es presentado como un ejemplo de la ineficacia de las fuerzas de seguridad y la falta de voluntad política para investigar profundamente. La conexión entre las denuncias de Natacha y Canosa se extiende más allá de las acusaciones sobre redes de trata. Jaitt revela haber encontrado tweets de Natacha de 2018 que apuntan contra figuras de Telefe, lo que, según él, demuestra una posible línea de investigación. Esta información, asegura Jaitt, será compartida con Canosa, para fortalecer sus denuncias. El caso ha revivido el debate sobre la impunidad en los círculos de poder y la fragilidad de quienes se atreven a denunciar corrupción e irregularidades. La preocupación por la seguridad de Viviana Canosa es un llamado de atención sobre la necesidad de proteger a los denunciantes y garantizar investigaciones justas e imparciales. El paralelismo entre los casos de Natacha Jaitt y Viviana Canosa es un sombrío recordatorio de las posibles consecuencias para quienes se atreven a desafiar el poder establecido.