Descubre la escalofriante historia detrás del crimen de Magalí Levy: una sofisticada estafa por WhatsApp, una caja fuerte con un botín menor al esperado, un ritual con un buey sacrificado a un brujo paraguayo y la conexión con una peligrosa banda narco.
El caso del asesinato de Magalí Levy, una joven madre de 28 años encontrada muerta en su departamento de Recoleta el 7 de marzo, ha conmocionado a Argentina. No se trata de un simple homicidio; es una intrincada red de engaños, violencia y prácticas rituales que conectan a una banda criminal con vínculos al narcotráfico y a un brujo paraguayo. La investigación ha desvelado una trama que comenzó con una aparentemente inocente búsqueda de empleada doméstica a través de WhatsApp.
**El Engaño Digital:** Una amiga de Magalí, buscando ayuda en el hogar, recibió un mensaje de alguien haciéndose pasar por un contacto conocido. Este mensaje, parte de una estafa común, proporcionó información crucial que llevó a la contratación de una falsa empleada doméstica, Diana González, quien usaba el nombre falso de Emilse Alegre. Esta mujer, pieza clave en la operación, logró acceder a la vivienda de Magalí el 5 de marzo, inicialmente encontrando poca aceptación pero regresando el 7 de marzo, día del asesinato.
**El Robo Fallido:** El objetivo principal de la banda, vinculada a la peligrosa organización narco “Los Sampedranos” de la Villa 31, era la caja fuerte de Magalí. Creían que contenía una gran fortuna. Sin embargo, la caja solo albergaba alrededor de 6.000 dólares. La frustración por el botín menor al esperado, sumado a la resistencia de Magalí, llevó a su brutal asesinato: la ataron, golpearon y asfixiaron con una bolsa de basura.
**El Ritual y la Huida:** Después del crimen, los implicados – Iván Giménez González (detenido en Paraguay), Elcira Giménez González (hermana de Iván y prófuga), Sixto Amarilla (esposo de Elcira y prófugo), y Osmar Algarín Brítez (detenido) – huyeron a Paraguay. Se refugiaron en la zona de San Pedro del Paraná, donde buscaron protección de un brujo local, realizando una macabra ofrenda: el sacrificio de un buey. Las autoridades paraguayas, con información de la SIDE argentina, rastrearon a la banda en la zona de Fleitas Cué, un territorio dominado por bandas de marihuana, encontrando parte del botín y 4.000 dólares enterrados en la casa de la madre de los hermanos Giménez González.
**El Error que los Delató:** El cambio de un chip telefónico fue el error crucial que permitió a las autoridades rastrear a los involucrados y reconstruir la secuencia de eventos. Las cámaras de seguridad captaron a Elcira y Diana comprando los materiales para el crimen (cinta adhesiva, sogas, y velas rojas y negras para el ritual) poco antes del asesinato, sellando así su culpabilidad.
**Una Historia de Múltiples Capas:** El crimen de Magalí Levy es un caso excepcional que destaca la complejidad del delito organizado en Argentina, incluyendo la articulación entre bandas locales y grupos criminales en países vecinos, y la influencia de creencias supersticiosas en la ejecución de crímenes. La investigación continúa, con la búsqueda de los prófugos y el esclarecimiento de la amplitud de las actividades delictivas de esta peligrosa organización.