Daniel Oldrá, tras una larga trayectoria en Godoy Cruz, explica las razones detrás de su salida y su llegada a Instituto. Descubre los detalles de esta decisión que sorprende al mundo del fútbol.
Daniel Oldrá, figura emblemática de Godoy Cruz, sorprendió al mundo futbolístico con su inesperada salida del club mendocino y su posterior incorporación a Instituto de Córdoba. En una entrevista exclusiva con Diario Uno de Mendoza, el experimentado entrenador aclaró las circunstancias que llevaron a este cambio de rumbo en su carrera.
Oldrá desmintió rotundamente los rumores de conflictos con la directiva de Godoy Cruz, asegurando que su decisión fue puramente personal y que no existió ningún despido. "Quiero aclarar que Chapini y Mansur no tienen nada que ver en esto. Es una decisión exclusivamente mía", afirmó, refiriéndose a dirigentes del Tomba con los que mantuvo una estrecha relación durante años. "Si hay un culpable en mi partida soy yo", agregó, recalcando su responsabilidad en la decisión.
El entrenador explicó que su salida se debió a una necesidad de cambio y nuevos desafíos. Después de una extensa y exitosa trayectoria en Godoy Cruz, que abarca más de dos décadas incluyendo su tiempo como jugador y director técnico, Oldrá sentía la necesidad de buscar una nueva experiencia.
La propuesta de Instituto, que incluyó el reencuentro con su antiguo compañero Federico Bessone, actual mánager del club cordobés, resultó clave en su decisión. Oldrá y Bessone compartieron equipo en Godoy Cruz entre 1997 y 1999, forjando una sólida amistad que perduró a través de los años. "Federico Bessone...me ha insistido mucho", comentó Oldrá, destacando el papel de su amigo en su llegada a Instituto.
La llegada de Oldrá a Instituto se produce en un momento crucial para el club, tras la salida del anterior entrenador, Pedro Troglio. La dirigencia de Instituto espera que la experiencia y el liderazgo de Oldrá puedan guiar al equipo hacia mejores resultados en el Torneo Apertura. Oldrá, a pesar de haber declarado anteriormente que no volvería a dirigir tras dejar Godoy Cruz, reconoció la atractiva propuesta recibida y la posibilidad de trabajar junto a Bessone, quien le brindó un importante respaldo y apoyo para tomar la decisión.
Esta situación genera un debate interesante en el ámbito deportivo, ya que evidencia la importancia de las relaciones personales en el fútbol, así como la necesidad de los entrenadores de buscar nuevos desafíos para mantenerse motivados y en constante crecimiento. La salida de Oldrá deja un vacío significativo en Godoy Cruz, donde su legado como jugador y entrenador quedará grabado en la historia del club. Sin embargo, su llegada a Instituto promete un nuevo capítulo emocionante en su carrera, con la expectativa de éxitos y la posibilidad de consolidar su experiencia en un club con historia y tradición.