La disputa entre Viviana Canosa y Lizy Tagliani ha escalado a niveles insospechados. Lo que comenzó como una recriminación por viejas disputas, se ha transformado en un feroz intercambio de acusaciones públicas con consecuencias legales inminentes. Canosa, en su programa "Viviana en vivo", acusó a Tagliani de robarle dinero y objetos de su casa durante el tiempo en que trabajaban juntas. La periodista describió en detalle cómo supuestamente Tagliani le sustrajo un sobre con dólares y otras pertenencias, alegando que la situación se repitió en varias ocasiones. Canosa afirmó haber confrontado a Tagliani personalmente sobre estos hechos, culminando con la salida de la comediante de su hogar. La decisión de Canosa de ventilar públicamente estos hechos, después de tantos años, desató una nueva ola de controversias. Canosa justificó su accionar, argumentando que ciertas declaraciones recientes de Marcela Tauro en relación a Lizy Tagliani le hicieron revivir la situación y sentir la necesidad de contar su verdad. Además, la conductora asegura tener más información comprometedora que aún no ha revelado, amenazando con exponerla si se la provoca. La respuesta de Tagliani no se hizo esperar. Visiblemente afectada, anunció que emprenderá acciones legales contra Canosa, negando categóricamente las acusaciones. Mientras que Canosa afirma que la historia de la “cucharita de plata”, que Tagliani mencionó anteriormente, es una invención, Tagliani ha mantenido una postura firme, afirmando su inocencia y su determinación de resolver el conflicto en los tribunales. Sin embargo, el escándalo trascendió las acusaciones de robo. En declaraciones posteriores, Canosa realizó imputaciones mucho más graves, involucrando a otros personajes de la farándula y alegando la participación de menores en actividades ilícitas. Estas nuevas acusaciones, que incluyen presuntos casos de trata de personas, tráfico de drogas y abuso de menores, han generado un enorme revuelo mediático y generado alarma en la sociedad. Canosa reiteró su intención de presentar pruebas ante la justicia, incluyendo videos, en apoyo a sus afirmaciones. Este anuncio intensifica la gravedad de la situación y plantea la posibilidad de una investigación judicial a gran escala con implicaciones que van más allá de la disputa personal entre ambas conductoras. Mientras las acusaciones vuelan y el caso se vuelve cada vez más complejo, la tensión entre Canosa y Tagliani se mantiene alta. El desarrollo del caso en los tribunales será crucial para determinar la verdad tras las acusaciones, que han generado una gran incertidumbre y especulación. El enfrentamiento ha dejado expuesta la fragilidad de las relaciones públicas en el mundo del espectáculo y la potencia del discurso mediático en la configuración de la opinión pública.