Analizamos 'Una pareja cualquiera', el primer episodio de la séptima temporada de Black Mirror, que ha dejado a la audiencia conmocionada. Descubre por qué este capítulo es considerado uno de los mejores de la serie y cómo su desgarrador final lo convierte en un fenómeno.
Black Mirror siempre ha sido conocida por sus episodios perturbadores, que exploran los lados más oscuros del avance tecnológico y sus consecuencias en la humanidad. Sin embargo, la séptima temporada ha superado las expectativas, y un capítulo en particular ha generado un revuelo sin precedentes: "Una pareja cualquiera" ('Common People').
Este episodio, protagonizado por Chris O'Dowd y Rashida Jones como Mike y Amanda, una pareja aparentemente feliz que se enfrenta a una tragedia inesperada, se centra en la muerte de Amanda y la desesperación de Mike por traerla de vuelta. La trama gira en torno a un servicio experimental de una compañía que promete restaurar la conciencia de Amanda a través de una copia digital de su mente, una cirugía que lo cambiará todo.
La historia comienza con una representación idílica de una relación amorosa, sólida y llena de cariño. La pareja tiene una vida aparentemente normal, con sus rutinas y sueños compartidos. Pero esta tranquilidad se desmorona cuando Amanda sufre un colapso y cae en estado vegetativo. Es aquí donde la trama toma un giro radical, mostrando la desesperación de Mike por encontrar una solución, aunque sea a través de métodos extremos y cuestionables.
El servicio experimental que Mike encuentra ofrece una solución aparentemente milagrosa: copiar y restaurar la mente de Amanda desde una “nube”. El proceso funciona, Amanda revive, pero la alegría inicial se desvanece rápidamente al revelar una persona profundamente cambiada. La nueva Amanda es una versión distante y despersonalizada de su antiguo yo, su esencia ha sido alterada. Su personalidad y sus recuerdos originales quedan borrados para ser reemplazados por una vaga imitación.
La segunda parte del episodio muestra cómo el sistema, inicialmente prometedor, termina por ser un reflejo de la propia sociedad capitalista y la manipulación de las corporaciones, utilizando anuncios como un elemento clave. La necesidad de mantener a Amanda “con vida” obliga a Mike a tomar decisiones morales cada vez más difíciles y degradantes, mostrando la crueldad del sistema y la falta de empatía que lo rige.
El final es desgarrador, un golpe al corazón para los espectadores. Mike se da cuenta de que la Amanda que él ama ya no existe, que ha sido reemplazada por una copia vacía, sumida en un estado de despersonalización. Su amor se convierte en una carga insoportable y, después de muchos esfuerzos desesperados y humillantes para pagar el servicio, decide darle a Amanda una muerte digna y pacífica, aunque sea de la mano de su propia voluntad. Este acto de amor y compasión, un acto de eutanasia, es el culmen del episodio y subraya la profunda reflexión que plantea el capítulo: hasta dónde se llega por amor y cuáles son los límites de la tecnología y su poder.
El impacto de 'Una pareja cualquiera' reside en su realista retrato de la desesperación y el dolor humano, combinado con la crítica contundente a la mercantilización de la salud y la deshumanización que genera el sistema.
El episodio se convierte así en un ejemplo magistral del estilo Black Mirror, dejando a la audiencia con una sensación de malestar y reflexión, y recordando que la tecnología, si no se maneja con responsabilidad y ética, puede tener consecuencias devastadoras y dejar marcas imborrables en la psique humana.