El mundo del streaming se conmocionó con la internación de Octavio "Oky" Appo, un popular streamer del norte argentino, tras una transmisión en vivo que dejó expuesta su delicada situación emocional y física. Lo que comenzó como una promoción para un casino online, rápidamente se convirtió en una escena caótica y preocupante para sus más de un millón de seguidores. La transmisión mostró a Oky visiblemente alterado, con cambios abruptos de humor y signos de consumo de sustancias. Realizó confesiones personales, habló de su familia, rompió en llanto en varias ocasiones y mostró heridas en su cuerpo, incluso relatando que había roto vidrios en su departamento. La situación se agravó con una breve pero reveladora llamada de su expareja, Sasha Ferro, quien intentó disuadirlo de continuar la transmisión, sin éxito. Ante la creciente preocupación, amigos y colegas streamers, incluyendo a Agucho, intervinieron. Se realizaron llamadas, una videollamada con un psiquiatra y finalmente, la policía acudió a su domicilio. La familia de Oky confirmó su internación a través de redes sociales, solicitando privacidad y agradeciendo el apoyo recibido. El comunicado indica que Oky está recibiendo la ayuda necesaria y se encuentra enfocado en su recuperación. La transmisión, que se volvió viral, generó una ola de comentarios preocupados en redes sociales. Mientras algunos usuarios expresaron su apoyo y preocupación, otros cuestionaron el contexto de la transmisión, realizada como publicidad para un casino online, planteando interrogantes sobre la presión ejercida en los streamers y la importancia del cuidado de la salud mental en este medio. Coscu, otro reconocido streamer, también se pronunció al respecto, condenando las burlas y solicitando respeto hacia Oky y su familia. El evento ha generado un debate sobre la responsabilidad de las plataformas y la necesidad de un mayor apoyo para la salud mental de los creadores de contenido, expuestos a una presión constante y una audiencia a menudo insensible. La internación de Oky Appo sirve como un llamado de atención sobre la importancia de priorizar la salud mental, incluso en el contexto altamente competitivo y demandante del mundo del streaming. La situación resalta la necesidad de un mayor equilibrio entre la vida personal y la profesional, así como la importancia de contar con un sistema de apoyo sólido para afrontar los desafíos de la fama online.