Amalia 'Yuyito' González regresó a la televisión con su programa 'Empezar el día', generando controversia con muñecos que representan su relación con Javier Milei. Se revelan detalles de una rutina censurada por Casa Rosada.
El regreso de Amalia "Yuyito" González a la pantalla chica no pasó desapercibido. Su programa "Empezar el día", en Ciudad Magazine, marcó su vuelta con una peculiar puesta en escena: dos muñecos que representaban a ella y a su pareja, el presidente Javier Milei. La conductora, visiblemente enamorada, los presentó como una respuesta a las críticas recibidas sobre su relación. Los muñecos, uno con la banda presidencial, fueron incluso "besados" en cámara por González, generando un debate inmediato en redes sociales y programas de televisión.
Sin embargo, la aparición de los muñecos no fue el único punto álgido. Según trascendió en el programa "Intrusos", de América TV, una rutina planeada para el debut de Yuyito fue censurada por Casa Rosada. La secuencia, que simulaba un reality show de la vida de la pareja presidencial, incluía elementos como música de suspenso, custodios revisando el estudio y una coreografía elaborada. Esta información fue confirmada por Adrián Pallares, quien reveló que un llamado desde la presidencia alertó sobre el tono “demasiado provocativo” de la secuencia, impidiendo su emisión.
La propia Yuyito, en una entrevista con "Intrusos", abordó las críticas y las acusaciones de buscar notoriedad a través de su relación con Milei. Si bien se mostró molesta por las "mentiras y agresiones" que ha recibido, aseguró que no busca "sobreactuar" su romance y que lo cuida "puertas adentro". Sin embargo, sus palabras también revelaron una actitud desafiante y una aparente estrategia de defensa frente a los cuestionamientos. Lussich, panelista de "Intrusos", calificó su reacción como "excesiva" y "revanchista", destacando la dificultad de mantener una relación pública con el presidente. Pallares, por su parte, analizó la situación como una maniobra de Yuyito para consolidar su imagen pública como primera dama, incluso planteando la posibilidad de crear un reality show alrededor de su romance.
El caso de Yuyito González se convierte en un ejemplo de la compleja interacción entre la vida privada de figuras públicas y el escrutinio mediático, especialmente cuando se trata de la pareja del presidente. Su regreso a la televisión, lejos de pasar inadvertido, ha generado una ola de comentarios y análisis sobre su estrategia mediática y la gestión de la imagen presidencial.