La aprobación de la ley de Ficha Limpia en el Senado argentino se presenta como un desafío complejo para el oficialismo. Si bien el proyecto ya cuenta con dictamen favorable en la comisión de Asuntos Constitucionales, la falta de aseguramiento de los 37 votos necesarios para su aprobación genera un clima de incertidumbre y tensiones políticas. La posibilidad de desactivar la sesión si no se garantiza la mayoría absoluta se cierne como una amenaza real. El proyecto, ya aprobado en Diputados, busca modificar las reglas de elegibilidad para cargos públicos, impidiendo la candidatura de personas con condenas firmes por delitos contra la administración pública. Esta medida, que impactaría directamente en la posibilidad de la ex presidenta Cristina Kirchner de presentarse a elecciones, ha generado un fuerte debate político. Las negociaciones entre oficialismo y oposición se han intensificado en los últimos días. La adhesión de senadores como Carlos Arce y Sonia Rojas Decut, del sector renovador misionero, resulta crucial para el éxito del proyecto. Sin embargo, sus posiciones aún son inciertas, lo que aumenta la presión sobre el oficialismo. Otros senadores, como José María Carambia y Natalia Gadano, también representan un factor clave. Sus votos podrían depender de negociaciones políticas y acuerdos con el Ejecutivo, incluyendo potenciales beneficios para sus distritos. La situación se complica aún más con la posible oposición de un bloque kirchnerista de 34 senadores. La convocatoria de la sesión para una fecha cercana a una jornada de paro nacional agrega una dimensión adicional de presión. La posibilidad de un doble fracaso institucional en pocos días (luego del rechazo de los pliegos para la Corte Suprema) pesa fuertemente en las decisiones del oficialismo. Algunas voces, incluso dentro del oficialismo, no descartan levantar la sesión si no se confirman los votos necesarios. El proyecto, en su redacción actual, contempla específicamente delitos como el fraude contra la administración pública, cohecho, malversación, negociaciones incompatibles, exacciones ilegales, enriquecimiento ilícito y encubrimiento. La eliminación de la 'cláusula Petri' en Diputados modifica la aplicación de la ley en relación a las fechas de las sentencias y la confección de los padrones electorales. La estrategia del oficialismo busca, además de aprobar Ficha Limpia, sacar de la agenda pública la reciente derrota en la votación de los pliegos para la Corte Suprema. El fracaso en la aprobación de la ley implicaría un golpe político significativo para el Gobierno. En resumen, la sesión del Senado se presenta como un escenario político complejo, lleno de negociaciones, presiones y altos riesgos para el oficialismo.