Tras dar la bienvenida a su hija, Megan Fox y su ex prometido, Machine Gun Kelly, han experimentado un cambio significativo en su dinámica. La pareja se separó el año pasado, poco antes del anuncio del embarazo. La bebé, nacida a finales de marzo, es su primer hijo en común. Fox tiene tres hijos con su exmarido, Brian Austin Green, mientras que MGK tiene una hija con su expareja, Emma Cannon. Fuentes cercanas a la pareja revelaron a Us Weekly que desde la llegada de la niña, se ha observado un "cambio notable" en su relación. "La relación sigue siendo complicada. No se han reconciliado", afirmó la fuente. "Es una mezcla de sanación y conversaciones difíciles que han tenido." La crianza compartida, según la fuente, "los ha acercado", añadiendo que ambos padres están "obsesionados" con la recién nacida. Para Fox, ser madre de nuevo ha sido una experiencia renovadora. "Megan realmente se ha volcado en la maternidad", dijo la fuente. "Le encantaba cuando sus hijos eran pequeños y había echado de menos esa etapa. Se siente renovada y revitalizada." La fuente añadió: "Sus amigos no la habían visto tan feliz en años. Está radiante". Este cambio positivo también ha afectado a MGK, quien, según la fuente, ha "cambiado completamente" desde el parto. "La bebé ya lo tiene en la palma de su mano", continuó la fuente. "Megan ha notado que su energía es diferente, la mirada en sus ojos es diferente, su aura ha cambiado. Ella siente que la bebé es exactamente lo que él necesitaba, y espera que dure." La mayor preocupación de Fox ahora es que su expareja "vuelva a cambiar y se convierta en el hombre que ella no conoce". Aunque no hay planes de reconciliación, según otras fuentes, MGK ha estado presente al cien por cien durante las últimas semanas. "Se asegura de que estén atendidos, los consiente, está presente", explicó la fuente. "Eso ha hecho que [Fox] cambie un poco de opinión sobre él y sobre la posibilidad de un futuro juntos." Otras publicaciones, como Page Six, también han informado sobre la nueva dinámica entre la pareja, destacando su intención de criar a su hija en paz. Los informes coinciden en que, a pesar de la ruptura, la llegada de la bebé ha tenido un impacto positivo en su relación, acercándolos en un proceso de sanación y reevaluación.